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Enfrenta la realidad tal como es, no como era o como deseas que fuera.
Jack Welch
Las empresas pequeñas tienen enormes ventajas competitivas. Están libres de estorbos y son simples e informales. Se alimentan de la pasión y ridiculizan a la burocracia.
Los líderes son encantadores, generan mucha empatía, se ponen en el lugar del resto para saber cómo piensa y que le deben decir, utilizan bastante su inteligencia emocional.
Siempre hay que afrontar la realidad de la situación, no engañarse, no esperar que los problemas se resuelvan milagrosamente.
Para aumentar la productividad es absolutamente necesario incorporar a los mejores trabajadores.
La organización sigue el ejemplo de quién está en lo más alto. La fuerza y personalidad de los directivos determina la fuerza de la organización que dirigen. Según lo duro que trabajen y a cuantas personas involucren determina el alcance de su influencia.
La ventaja de operar como una pequeña empresa: Definir el proyecto, ponerlo en manos de personal cualificado y proveerlo de suficiente dinero es la mejor forma de alcanzar el éxito.
He aprendido que los errores pueden ser tan buenos profesores como el éxito.
La confianza nos da coraje y amplía nuestros horizontes, permite asumir mayores riesgos y llegar mucho más lejos de lo que imaginamos.
Las empresas fuertes reinvierten en las personas y en los centros de trabajo; ofrecen puestos de calidad y seguros que otorgan a sus empleados tiempo, recursos y beneficios espirituales, lo cual repercute de manera importante en sus comunidades.
Los líderes cultivan sus virtudes, en el trabajo hay muchas virtudes que se pueden utilizar: perseverancia, aprovechamiento del tiempo, prudencia, fortaleza para acabar un trabajo bien hecho inclusive cuando uno está ya cansado, optimismo para no desmotivarse fácilmente.
He visto a mucha gente empezar una vida mejor y más feliz después de abandonar un trabajo en el que no funcionaba.
Cada uno debe sentir que es importante en el juego, pero ello no significa que se deba tratar a todos del mismo modo.
El seguimiento es una medida clave para el éxito de un negocio. Su estrategia de negocios de seguimiento pavimentará el camino para su éxito.
Hay quién piensa que es cruel o brutal eliminar el 10% menos productivo del personal, pero no lo es. Precisamente todo lo contrario, lo brutal es mantener a personas que no van a crecer y prosperar.
Los debates abiertos y sinceros acerca de los negocios llevan a tomar las mejores decisiones. Si una idea no logra sobrevivirá una discusión franca, el mercado acabará con ella.
Fomentar la seguridad en los demás es fundamental en un directivo, y se consigue presentando oportunidades y retos, de modo que la gente consiga cosas que nunca imaginó que pudiese hacer.
Al final, todas las operaciones de negocios pueden ser reducidas a tres palabras, gente, producto y beneficios. A menos que tengas un buen equipo, no tienes mucho que hacer con las otras dos.
Conocí en persona a mucha gente brillante sobre la cual, en otra situación, sólo podría haber leído; la mayoría era modesta y divertida.
Los mejores líderes no proveen un manual de instrucciones paso a paso para los empleados; los mejores líderes son aquellos que traen a la luz nuevas ideas y articulan una visión que inspira a los otros a actuar.
El equipo con los mejores jugadores gana.
El éxito empresarial no se basa en predicciones grandilocuentes; es el resultado de la capacidad para responder rápidamente a cambios reales a medida que éstos tienen lugar.
No simule su forma de ser por obtener un trabajo en cualquier institución.
Las compañías deben también aceptar que el cambio es una parte grande de la realidad de los negocios. La voluntad de cambiar es una fortaleza, aunque signifique lanzar a parte de la empresa hacia la confusión total durante un tiempo... Mantener los ojos abiertos para el cambio es tanto emocionante como divertido.
Cuando la gente comete errores lo último que necesita es que la regañen. Es el momento de infundirle valor y hacerle recobrar su confianza.
Las personas con confianza no temen que desafíen sus ideas, disfrutan del combate intelectual que las enriquece. ¿Cómo se encuentran? Buscando a personas satisfechas consigo mismas, que se acepten tal como son y no tengan miedo de mostrarlo.
La visión sin acción es un sueño. Acción sin visión es simplemente pasar el tiempo. Acción con visión es hacer una diferencia positiva.
Afrontar la realidad parece sencillo, pero no lo es. Lograr que la gente afronte la realidad es el primer paso hacia una solución adecuada.
Si se busca un mínimo de excelencia, el ambiente debe reflejar dicha excelencia.
Los líderes deben ser abiertos, constructivos, y dar a los empleados un propósito para su trabajo y para aumentar el compromiso individual con la firma.
Cambia antes que tengas que hacerlo.
Enfrentar la realidad a menudo significa decir y hacer cosas que no son populares, pero sólo lidiando con la realidad es que las cosas mejorarán.
Existe una delgada línea entre la arrogancia y la confianza en uno mismo, y esta última, si es legítima, es un caballo ganador.
Las grandes organizaciones pueden encender la pasión. Si existe una característica que comparten todos los ganadores, es el hecho de que se preocupan más que nadie por algo. Ningún detalle es demasiado pequeño para sudar o demasiado grande para ambicionarlo.
La responsabilidad social empieza en una compañía competitiva y fuerte. Sólo una empresa en buen estado puede mejorar y enriquecer las vidas de las personas y sus comunidades.
Céntrate en el trabajo, a pesar de no ser el más inteligente.
Los líderes tienen el coraje de tomar decisiones impopulares: el líder no existe para hacer que todo el mundo sea feliz, sino para liderar. Muchas veces lo correcto, lo ético, no es lo que a todos gusta, sin embargo, tienen la fortaleza necesaria para defender sus principios.
Los empleados tienen que demostrar constantemente que merecen ocupar el puesto.
Seguramente no hay nada peor en el mundo de los negocios que trabajar para un jefe que no quiere que triunfes.
Una de las peores cosas que se pueden hacer cuando alguien atraviesa un mal momento es exagerar los defectos o fallos.