Imágenes
Riqueza significa influencia.
Jack London
Yo no vivo de lo que el mundo piensa en mí, sino por lo que pienso de mí mismo.
Si sabemos tan poco de la vida, ¿qué podemos saber de la muerte?
No se puede esperar a la inspiración, hay que ir a buscarla.
Un hueso para el perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro, cuando se está tan hambriento como el perro.
Todo lo que quería era un lugar tranquilo en el campo, donde escribir y pasear.
La función del ser humano es vivir, no existir. No voy a gastar mis días tratando de prolongarlos, voy a aprovechar mi tiempo.
Muéstrame un hombre con un tatuaje y te mostraré un hombre con un pasado interesante.
¡Preferiría ser cenizas que polvo! Preferiría que mi chispa se queme en una brillante hoguera a que sea extinguida por seca desintegración. Preferiría ser un espléndido meteoro, cada átomo en mi en magnífico resplandor, que un soñoliento y permanente planeta.
Hay un éxtasis que señala la cúspide de la vida, más allá de la cual la vida no puede elevarse. Pero la paradoja de la vida es tal que ese éxtasis se presenta cuando uno está vivo, y se presenta como un olvido total de que se está vivo.
Solo el espíritu es real. La carne es una ilusión de los sentidos.
Escribo sin más propósito que para añadir algo mío a la belleza.
Las palabras de la canción salvaje eran ciertas. Él era el cobarde; ya no le restaba más que huir, correr.
Ser capaz de olvidar es la base de la cordura. Recordar incesantemente conduce a la obsesión y a la locura.
La vida no es siempre una cuestión de tener buenas cartas, sino, a veces, de jugar bien una mala mano.
Bajo la delgada capa de moralidad en la que se escuda, el hombre es el mismo salvaje de hace diez mil años. La moral es patrimonio de la sociedad, una penosa adquisición a través de los años. Un recién nacido se convertirá en un salvaje a menos que sea adiestrado, educado en esa moral abstracta que hemos adquirido con el paso del tiempo.
Lo cierto es que la pena de muerte me merece muy poco respeto. No solo es un juego sucio, que degrada a los perros verdugos que se encargan personalmente de ejecutarla a cambio de un salario, sino que degrada también a la comunidad que la permite, la aprueba con su voto y paga los impuestos necesarios para mantenerla.
Sé que el linaje humano está destinado a retroceder más y más en la noche de los tiempos primitivos, antes de que vuelva a iniciarse la ascensión sangrienta hacia aquello que llamamos la civilización.
El hombre se distingue de los demás animales por ser el único que maltrata a su hembra.
Los estúpidos, los cobardes, los que carecen de pasión, de coraje y de fe en la justicia, esos son los que se convierten en presos modelo.
Sin duda, en los comienzos del mundo estaba escrito este final, para él, tan fino y sensible, con los nervios a flor de piel, que era un soñador, un poeta, un artista.
¿La vida? ¡Bah! No tiene valor alguno. De todas las cosas baratas, es la más barata.