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A mí me gusta el jolgorio que no obliga a los amigos, a la mañana siguiente, a mirarse avergonzados unos a otros.
Izaak Walton
La pesca, no lo dudes, ha de serte tan placentera que sacarás como consecuencia que, como la virtud, es un premio de sí misma.
Recuerdo que un amigo mío muy prudente solía decir que lo que es negocio para cualquiera no es negocio para nadie.
Hay ofensas que nos infligen y ofensas que hacemos nuestras.
La pesca es algo así como la poesía: hay que nacer pescador.