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¿Cuáles han sido las razones principales por las que a muchos fanáticos y líderesreligiosos les fascina (y les ha fascinado) perseguir, denunciar, encarcelar, demandar, sentenciar, criticar, difamar, torturar, agredir o asesinar a los ateos y a los valientes que se han atrevido a criticar sus embrutecedoras religiones?
Ismael Leandry Vega
La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo. Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más ofensiva que la consideremos, es respetar nuestra propia libertad de palabra.
Los creyentes les han asestado duros golpes a la libertad de expresión.
Cuando sufrimos es cuando veneramos a los dioses. El hombre feliz rara vez se acerca al altar.
Hay (y ha habido) personas que odian (y han odiado) tanto la libertad de expresión que asesinan, arrestan, encarcelan, agreden y o difaman a los que critican sus creencias religiosas y políticas.
Más peligroso es el fanático religioso que el líderreligioso.
Los dioses no existen, son invenciones de la mente humana.
Manifestar nuestras ideas, nuestros pensamientos y lo que deseamos. Ese es el primer paso hacia la amplitud de las libertades.
La libertad de expresión es el derecho que permite ejercer otros derechos humanos y estatutarios que poseen los sujetos.
Causan lástima y pena los creyentes que tienen tan embrutecidos sus pensamientos por causa de las creencias religiosas.
Debemos hacer todo lo posible para que los creyentes respeten y amen la libertad de expresión, aún cuando las expresiones sean fuertes hacia sus creencias religiosas y hacia sus líderesreligiosos.
El derecho a la libertad de expresión va dirigido a legalizar la crítica y la disidencia.