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No tengas curiosidad de conocer, las cosas ocultas.
Isidoro de Sevilla
Filosofía es el conocimiento de las cosas humanas y divinas junto con el deseo de una vida honesta.
La ciencia que el oído percibe, derrámala por la boca. Agranda aún más la sabiduría compartiéndola con otros.
El temor siempre enmienda, el temor expulsa el pecado, el temor reprime el vicio, el temor hace al hombre docto y solícito.
El responsable de una Iglesia por una parte tiene que dejarse crucificar al mundo con la mortificación de la carne, y por otra, tiene que aceptar la decisión del orden eclesiástico, cuando procede de la voluntad de Dios, de dedicarse al gobierno con humildad, aunque no quisiera hacerlo.
No hay cosa peor que reconocer la culpa y no llorarla.
El Salvador Jesús nos ofreció el ejemplo de la vida activa, cuando durante el día se dedicaba a ofrecer signos y milagros en la ciudad, pero mostró la vida contemplativa cuando se retiraba a la montaña y pasaba la noche dedicado a la oración.
El camino intermedio, compuesto por una y otra forma de vida, resulta normalmente el más útil para resolver esas cuestiones, que con frecuencia se agudizan con la opción por un sólo tipo de vida; sin embargo, son mejor moderadas por una alternancia de las dos formas.
La meditación quebranta los ímpetus que sobrevienen; la prevención atenúa las molestias futuras; la previsión suaviza la llegada de los males.
El poder es bueno cuando es dado por Dios para contener con él el temor al mal, no para cometer el mal temerariamente. Pues nada es peor que tomarse por el poder la libertad para pecar, nada es más infeliz que el tener la facultad para obrar mal.
El que hace mal uso de sus bienes o usurpa los ajenos, posee injustamente lo que tiene.
Entiende que en el dolor se te prueba, para que no te abatas; entiende que se te prueba en la prosperidad, para que no te exaltes.
Aunque seas el más alto, ten humildad.
Eres rey si gobiernas justamente, si no lo haces, no eres.
Si no puedes evitar la ira, témplala al menos; si no puedes precaver el furor, cohíbelo al menos.
Lo que de bueno hiciereis con discresión, eso es virtud.
El odio no se quita con el tormento, ni se expía por el martirio, ni se borra con sangre derramada.
Quienes tratan de lograr el descanso de la contemplación tienen que entrenarse antes en el estadio de la vida activa; de este modo, liberados de los residuos del pecado, serán capaces de presentar ese corazón puro que permite ver a Dios.
Una contricción es más eficaz que mil flagelaciones. No hay cosa peor que reconocer la culpa y llorarla.
En las cosas prósperas medita cómo llevarás las adversas; piensa siempre, para que nada adverso te acontezca.
El hombre fue hecho a causa de sí mismo; la mujer fue creada como ayuda al varón.
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