Imágenes
Cuanta más información le proporciones a tu cerebro, más opciones tendrá para imaginar cosas nuevas y originales.
Iria López Teijeiro
La principal regla en una sesión de tormenta de ideas: en el período de creación no debe existir la censura.
A escribir se aprende escribiendo y, sobre todo, leyendo.
No te obsesiones con conseguir una idea original para una novela porque es posible que acabes estancado en esa búsqueda.
Nuestra imaginación es limitada en el sentido de que no puede crear elementos que no estén formados por cosas que ya conozca de antemano. Pero también es ilimitada porque es capaz de crear infinitas combinaciones a partir de todos esos elementos que conocemos.
Lo más importante es tener algo que contar y contarlo bien. Lo más importante es que escribas.
Hay ocasiones en las que el trabajo no es suficiente y nos quedamos atascados; ya sea porque no se nos ocurre sobre qué escribir, ya sea porque no encontramos el mejor camino para continuar. En esos casos, ¿dónde buscar la inspiración?
Piensa en la cantidad de novelas que has leído con temas o ideas semejantes como base, pero distintas en la forma en que se habían desarrollado. Lo más importante es tener algo que contar y contarlo bien. Lo más importante es que escribas.
La curiosidad pone en marcha la imaginación, la imaginación pone en marcha la creatividad.
No existen las ideas buenas o las ideas malas. Existen los desarrollos buenos o los desarrollos malos. Todas las ideas se pueden convertir en historias, aunque se hayan usado cientos de veces, porque podemos darles otro giro, añadirles nuestro propio punto de vista y hacerlas únicas.