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El hombre siente celos cuando está enamorado, y la mujer, aunque no lo esté.
Immanuel Kant
Dos cosas llenan el espíritu de admiración y espanto siempre nuevos y siempre crecientes: encima de mí el cielo estrellado, y la leymoral dentro de mí mismo.
La guerra es nefanda, porque hace más hombres malos que los que mata.
En la vida conyugal, la pareja unida no tiene que formar más que una sola persona moral, animada y gobernada por el entendimiento del hombre y por el gusto de la mujer.
Hay que tratar de unir lentamente en la instrucción del niño el saber y el poder. Las matemáticas parecen ser, entre todas las ciencias, el único medio de satisfacer este fin.
Dictar leyes orientadas a la felicidad se hace más bien para conservar y asegurar el estado de derecho y procurar que exista la comunidad, sobre todo frente a enemigos exteriores del pueblo.
No se puede aprender filosofía, tan sólo se puede aprender a filosofar.
Mediante una revolución acaso se logre derrocar un despotismo personal y la opresión generada por la codicia o la ambición, pero nunca logrará establecer una auténtica reforma del modo de pensar; bien al contrario, tanto los nuevos prejuicios como los antiguos servirán de rienda para esa enorme muchedumbre sin pensamiento alguno.
Ser es hacer.
Todos somos iguales ante el deber moral.
Se puede enseñar filosofía, pero no a filosofar, ya que ésta es una actividad libre de la razón sobre las profundidades del conocimiento del Ser, del ente y de las cosas.
La amistad es la manía de todos los retóricos morales; es para ellos néctar y ambrosía.
Los ejércitos permanentes son una incesante amenaza de guerra para los demás Estados.
Obra de tal manera que trates a los demás como un fin y no como medio para lograr tus objetivos.
Hay razón de sospechar, por lo menos, una disposición favorable a un buen sentimientomoral, en que se advierte un interés en la hermosura de la naturaleza.
La belleza es subjetiva.
No hay duda que todo conocimiento empieza con la experiencia.
Puesto que la razón condena la guerra y hace de la paz un deber absoluto, y puesto que la paz no puede ser lograda ni garantizada sin una unión compacta de naciones, éstas deben formar una alianza de índole peculiar, que podría llamarse una alianza pacífica, diferente de un tratado de paz, puesto que pondría fin para siempre a todas las guerras, en tanto que el tratado de paz sólo pone fin a una.
Hay dos clases de buena disposición de ánimo: la paz o satisfacción íntima (la buena conciencia); el corazón siempre alegre. La primera se consigue a condición de que no se tenga conciencia de ninguna culpa, y con una idea clara de la nulidad de los bienes de fortuna; el segundo es un don de la Naturaleza.
Actualmente oigo clamar por doquier: ¡No razones! El oficial ordena: ¡No razones, adiéstrate! El asesor fiscal: ¡No razones y limítate a pagar tus impuestos! El consejero espiritual: ¡No razones, ten fe!
No debe el Estado contraer deudas que tengan por objeto sostener su política exterior.
La belleza artística no consiste en representar una cosa bella, sino en la bella representación de una cosa.
La moral es una ciencia que enseña, no como hemos de ser felices, sino cómo hemos de llegar a ser dignos de la felicidad.
Si el hombre no debe ahogar sus sentimientos, tendrá entonces que practicar la amabilidad hacia los animales, ya que aquel que es cruel con los animales se vuelve tosco en su trato con los hombres. Se puede juzgar el corazón de un hombre por su trato a los animales.
Estos problemas inevitables de la razón pura son Dios, la libertad y la inmortalidad.
La libertad es aquella facultad que aumenta la utilidad de todas las demás facultades.
La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación.
Si se mide la magnitud de un libro no por el número de páginas, sino por el tiempo que se necesita para comprenderlo, podría decirse de más de un libro que sería mucho más corto si no fuera tan corto.
Sólo hay una religión verdadera, pero pueden haber muchas especies de fe.
Para toda tesis existe una antítesis igualmente válida.
Si se admite que la razón pura puede encerrar en sí un fundamento práctico, es decir, bastante para la determinación de la voluntad, entonces hay leyes prácticas, pero si no se admite, entonces todos los principios prácticos serán meras máximas.
El español es serio, callado y veraz. Pocos comerciantes hay en el mundo más honrados que los españoles.
Todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, lo cual no prueba que todo derive de la experiencia.
Intuición y conceptos constituyen, pues, los elementos de todo nuestro conocimiento.
La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte.
Francisco I aceptando un compromiso para con el emperador Carlos V: Lo mismo que mi hermano Carlos quiere tener (Milán), también lo quiero yo.
La experiencia sólo es una aproximación. Jamás es una certidumbre.
Pensamientos sin contenidos son vacíos; intuiciones sin conceptos son ciegas.
Lo sublime ha de ser siempre grande; lo bello puede ser también pequeño.
Toda cultura, todo arte que forma un adorno a la humanidad, asi como el orden social más bello, son frutos de la insociabilidad que se esfuerza para disciplinarse a sí misma imponiéndose estos artificios.