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En toda comunidad tiene que haber una obediencia sujeta al mecanismo de la constitución estatal, con arreglo a leyes coactivas (que conciernen a todos), pero a la vez tiene que haber un espíritu de libertad, pues en lo que atañe al deber universal de los hombres todos exigen ser persuadidos racionalmente de que tal coacción es legítima, a fin de no incurrir en contradicción consigo mismos.
Immanuel Kant
Lo único que es un fin en sí mismo es el hombre, nunca puede ser utilizado como medio.
No existe un Estado cuyo jefe no desee asegurarse una paz constante por medio de la conquista del universo entero si ello fuera posible.
Si los gobiernos creen oportuno intervenir en los asuntos científicos, sería más adecuado a su sabia tutela, tanto respecto de las ciencias como respecto de los hombres, el favorecer la libertad de semejante crítica.
Nada es más contrario a lo bello que lo repugnante, así como nada cae más por debajo de lo sublime que lo ridículo.
Así pues, libertad y ley práctica incondicionada se implican recíprocamente una a otra.
Debo porque puedo.
En fin de cuentas, el error no es nunca más provechoso que la verdad; la duda, con frecuencia sí lo es.
He de portarme siempre como si la norma de la conducta de mis actos hubiera de convertirse en ley universal.
Todos los deseos del hombre son formales (libertad y poder) o materiales (referentes a un objeto), deseos de opinión o de goces, o bien, finalmente, se refieren a la mera duración de ambos, como elemento de la felicidad.
Tres cosas ayudan a sobrellevar las dificultades: La esperanza, el sueño y la risa.
Dios es la alegría, por eso ha colgado el sol frente a su casa.
El hombre es celoso si ama; la mujer también, aunque no ame.
El poder decir de un hombre simplemente: "Tiene carácter", significa no sólo decir mucho en su favor, sino exaltarlo; porque se trata de un hecho poco común que suscita un sentimiento de respeto y de admiración.
El paraíso de Mahoma o la unión delicuescente de los teósofos y místicos con la divinidad, conforme cada uno sienta, impondría a la razón su monstruosidad, y tanto valdría no tener ninguna como entregarla de tal modo a todos los ensueños.
En obrar por simpatía, por compasión, por caridad, no hay absolutamente ninguna moralidad.
Obra siempre de modo que tu conducta pudiera servir de principio a una legislación universal.
La educación es el mayor y más grande problema que pueda imponérsele al hombre.
Dos cosas me llenan el espíritu de admiración y espanto: el cielo estrellado sobre mí, y la ley moral de mí mismo.
Actúa de modo que tus máximas sean tales que puedas aceptar todas sus consecuencias.
El mayor placer, que no lleva consigo mezcla alguna de náusea, es, estando sanos, el descanso tras el trabajo.
No inviertas todo tu tiempo en un sólo esfuerzo, porque cada cosa requiere su tiempo.
La regla principal es no cultivar aisladamente ninguna facultad por sí misma, sino cultivar cada una de ellas con relación a las demás.
En las tinieblas la imaginación trabaja más activamente que en plena luz.
El estado natural de los hombres no es de paz, sino de guerra; cuando no de guerra abierta, de guerra que puede estallar en cualquier momento.
Haz lo que hay que hacer.
Es absolutamente necesario persuadirse de la existencia de Dios; pero no es necesario demostrar que Dios existe.
Administra mal quien gasta ciegamente los ingresos, sin poder distinguir luego, en los apuros, qué parte de los ingresos puede soportar el gasto y qué otra parte hay que librar de él.
El bello sexo tiene tanta inteligencia como el masculino, pero es una inteligencia bella; la nuestra ha de ser una inteligencia profunda, expresión de significado equivalente a lo sublime.
Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal de la naturaleza.
Porque la experiencia misma es un modo de conocimiento que exige entendimiento.
El derecho es el conjunto de condiciones que permiten a la libertad de cada uno acomodarse a la libertad de todos.
La religión es un asunto demasiado importante a los ojos de sus devotos para que pueda ser ridiculizada. Si éstos se entregaran a cosas absurdas, se les debe compadecer, pero no ridiculizarlos.
Actúa como si tu máxima se convierta en ley universal.
Se mide la inteligencia de un individuo por la cantidad de incertidumbre que es capaz de soportar.
Yo no debo obrar nunca más que de modo que pueda querer que mi máxima deba convertirse en ley universal.
La educación es el desarrollo en el hombre de toda la perfección de que su naturaleza es capaz.
Más de un libro habría sido mucho más claro si no hubiera querido ser tan enteramente claro.
El mayor placer, sin mezcla de fastidio, es el descanso.
Pero cuando se le educa de modo que no pueda conseguir nada con sus gritos, es libre, sin ser impertinente, y discreto, sin ser tímido.