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La democracia constituye necesariamente un despotismo, por cuanto establece un poder ejecutivo contrario a la voluntad general. Siendo posible que todos decidan contra uno cuya opinión pueda diferir, la voluntad de todos no es por tanto la de todos, lo cual es contradictorio y opuesto a la libertad.
Immanuel Kant
No hay virtud tan fuerte que pueda estar segura contra la tentación.
Toda oposición contra el supremo poder legislativo, toda incitación que haga pasar a la acción el descontento de los súbditos, todo levantamiento que estalle en rebelión, es el delito supremo y más punible en una comunidad, porque destruye sus fundamentos.
¡Ten valor para servirte de tu propio entendimiento!
Para el hombre que percibe las cosas a través de las formas a priori de su espíritu, la verdad del mundo es inaccesible.
Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él.
Con las piedras que con duro intento los críticos te lanzan, bien puedes erigirte un monumento.
La conciencia es un instinto que nos lleva a juzgarnos a la luz de las leyes morales.
Es el resultado el que decide de qué lado está el derecho.
El filósofo práctico, el que enseña la sabiduría, por medio de la teoría y del ejemplo, es el verdadero filósofo. Porque la filosofía es la idea de la sabiduría perfecta, que solamente muestra los fines últimos de la humana razón.
La verdadera virtud, por tanto, sólo puede descansar en principios que la hacen tanto más sublime y noble cuanto más generales.
La educación por la prudencia le hace ciudadano, porque adquiere un valor público. Aprende con ella, tanto a dirigir la sociedad pública a sus propósitos como a adaptarse a ella. Finalmente, por la formación moral adquiere un valor en relación con toda la especie humana.
El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca.
La existencia de la Biblia como texto para el pueblo es el más valioso bien que posee el género humano. Todo intento de menospreciarla constituye un crimen contra la humanidad.
Principios prácticos son proposiciones que encierran una determinación universal de la voluntad a cuya determinación se subordinan diversas reglas prácticas.
El disfrute del poder corrompe de manera inevitable el juicio de la razón y pervierte su libertad.
Las cualidades sublimes infunden respeto; las bellas amor.
Por primado entre dos o más cosas ligadas por la razón entiendo yo la ventaja que una tiene de ser el primer fundamento de determinación de la unión con todas las demás.
La riqueza, aun sin merecimientos, inspira reverencia hasta a gentes desinteresadas, porque acaso les sugiere la idea de los grandes proyectos que permite realizar.
De dónde viene el ser humano todos lo sabemos, a donde quiere llegar pocos lo conocen.
En la antinomía de la razón pura especulativa encuéntrase una contradicción semejante entre la necesidad natural y la libertad, en la causalidad de los sucesos en el mundo.
A la música va unida cierta falta de urbanidad porque daña la libertad de los demás.
Encontrar una ley que rija todas las inclinaciones en conjunto bajo esta condición, a saber, de coincidencia entre todas, es absolutamente imposible.
La representación de un principio objetivo, en tanto que es constrictivo para una voluntad, llámase mandato (de la razón), y la fórmula del mandato llámase imperativo.
El suicidio no es abominable porque Dios lo prohíba; Dios lo prohíbe porque es abominable.
Como el camino terreno está sembrado de espinas, Dios ha dado al hombre tres dones: la sonrisa, el sueño y la esperanza.
Todo nuestro conocimiento arranca del sentido, pasa al entendimiento y termina en la razón.
Con el poder viene la responsabilidad.
Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes cuanto más reiterada y persistentemente se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado que está sobre mí y la ley moral que hay en mí.
Obra de modo que la máxima de tu voluntad pueda ser en todo tiempo principio de una ley general.
La riqueza ennoblece las circunstancias del hombre, pero no al hombre mismo.
El Estado, al igual que el suelo sobre el que se halla situado, no es un patrimonio. Consiste en una sociedad de hombres sobre los cuales únicamente el Estado tiene derecho a mandar y disponer. Es un tronco que tiene sus propias raíces.
Durante la guerra, un Estado no debe admitir que las hostilidades revistan tal carácter que hagan imposible la confianza recíproca en una paz posterior.
El hombre no tiene más deberes que los deberes hacia los hombres.
El sueño es un arte poético involuntario.
Que espacio y tiempo son solo formas de la intuiciónsensible, y por tanto sólo condiciones de la existencia de las cosas como fenómenos.
Ningún Estado debe inmiscuirse por la fuerza en la constitución y el gobierno de otro Estado.
Dormía y soñaba que la vida era bella; desperté y advertí que la vida era deber.
¿Qué recuerdo queda de los hombres? Una hora de trabajo para el marmolista.
La mayor perfección del hombre es cumplir el deber por el deber.