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Que los cielos y la tierra retumben para maldecir a esos traidores que entregaron a su país y a su gente a una nación extranjera; que sus almas no encuentren reposo hasta el fin de los tiempos porque lo más sagrado que tiene un hombre es su honor y la patria.
Ignacio Ramírez
Primero el pueblo de México libre y soberano; que luego venga la constitución progresista que sirva efectivamente al primero.
No hay dios, los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos.
¿Por qué amor, cuando espiro desarmado, de mi te burlas?
La constitución progresista debe considerar garantías individuales, educación laica y gratuita, igualdad de géneros, un México libre por la separación de la Iglesia y el Estado.
El crimen más grande que puede cometerse contra cualquier ciudadano es negarle una educación que lo emancipe de la miseria y la excomunión.
En el matrimonio, la mujer es igual al varon y tiene derechos que reclamar, que la ley debe asegurarle.
Felices los que sufren si se sienten con una voluntad superior a los caprichos del destino. La humillación despierta su orgullo, el dolor despierta su inteligencia y en sus manos encallecidas encuentran fuerzas suficientes para imponer la ley a sus contrarios, para levantarse sobre las generaciones humanas y revelarse como nueva divinidad entre los pueblos asombrados.
Mientras que vinos espumosos vierte, nuestra antigua amistad, en este día, y con alegres brindis se divierte; y en raudales se escapa la armonía; y la insaciable gula se despierta; y va de flor en flor la poesía.
En ser indio mi vanidad se funda, porque el indio socorre en su miseria a los vasallos de Isabel Segunda. ¡Fortuna y gloria al hombre que se precia de respeto infundir hasta la muerte! Dios, por invulnerable, la desprecia, y, por su dignidad, el varón fuerte.
La primera de las ventajas de una intimidad antigua, consiste en que como ya se conocen los amigos, no encuentran placer en engañarse mutuamente.
De forma nefasta, el clero paga motines pretorianos en efectivo con el dinero del pueblo mexicano, que lo ha dado para alimento o cobijo de pobres y menesterosos.
El tiempo más feliz, yo supe osado extender mi palabra artificiosa como una red, y en ella, temblorosa, más de una de tus aves he cazado.
Nunca hay nada excesivo cuando se trata de servir bien a su país.
Las necesidades de esas personas son mayores que las de nosotros.
No venimos a hacer la guerra a la fe sino a los abusos del clero. Nuestro deber como mexicanos no es destruir el principio religioso sino los vicios o abusos de la Iglesia para que, emancipada la sociedad, camine.
Enviar al ministerio del interior y archívese donde no estorbe.