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El humor es una lógica sutil.
Horacio
Disputan los gramáticos y hasta ahora el caso está sin decidir.
El pueblo me silba, pero yo me aplaudo en casa.
Consigue dinero ante todo, la virtud vendrá después.
El envidioso enflaquece de lo que a otros engorda.
Todo aquello que está debajo de la tierra, el tiempo lo sacará a la luz del sol.
Si nada te parece delicioso sino el amor y la holganza, vive ocioso y amando.
Es falso que se haya hecho fortuna, cuando no se sabe disfrutarla.
El que ha encontrado un tema adecuado a sus facultades no dejará nunca de encontrar palabras elocuentes y una expresión lúcida.
En el amor hay dos males: la guerra y la paz.
La pálida muerte llama con el mismo pie a las chozas de los pobres que a los palacios de los reyes.
Lo que hace falta es someter a las circunstancias, no someterse a ellas.
La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos.
¿De qué ríes?, si cambias de nombre la historia habla de ti.
El uso hace brillar los metales.
La palabra dicha no puede volver atrás.
¡Atrévete a pensar!
El conocimiento de los hombres y de las costumbres es el primer principio y el principal manantial del bien escribir.
Dulce y noble cosa es morir por la patria.
Somos deudores de nuestra muerte y de la muerte de nuestras cosas.
Todo tiene sus límites.
En los contratiempos, sobre todo, es en donde conocemos todos nuestros recursos, para hacer uso de ellos.
La vida no regala nada a los mortales, sin un gran esfuerzo.
Huir del vicio es virtud, y la primera condición para ser sabio es no ser necio.
Un día empuja al otro y las lunas nuevas corren hacia la muerte.
Los locos, cuando salen de un vicio, caen en el opuesto.
Quien confíe en sí mismo será el rey del enjambre.
La palabra una vez hablada, vuela y no torna.
Lo que es imposible corregir, la paciencia lo hace tolerable.
El necio se sienta a la orilla del río a esperar que acabe de pasar el agua. Pero esta fluye, y continuará pasando eternamente.
¿Quién es libre? Sólo el que sabe dominar sus pasiones.
La brevedad de la vida nos prohíbe concebir largas esperanzas.
¿Quién es el hombre bueno? Aquel que obedece a sus padres y acata las leyes humanas y divinas.
La muerte es el último límite de todas las cosas.
Los necios, mientras huyen de un vicio, caen en el contrario.
Si me haces llorar, tendrá también pena tu alma.
Gobierna tu mente, o ella te gobernará a ti.
El ánfora guarda siempre el aroma del primer vino que guardó
La ira es una locura de corta duración.
Acuérdate de conservar en los acontecimientos graves la mente serena.