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No encuentres la falta, encuentra el remedio.
Henry Ford
Tresreglas: no como demasiado, no me preocupo demasiado; y, si hago lo que puedo, creo que lo que sucede, sucede para mejor.
Nadie cambia, si no siente la necesidad de hacerlo.
Un reformista no puede mantener su entusiasmo al rojo vivo en presencia de un hecho. Debe impugnar todos los hechos.
A ningún hombre debe obligársele a hacer el trabajo que puede hacer una máquina.
El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos.
El hombre que se hace llamar a si mismo reformista quiere destrozar las cosas. Es el tipo de hombre que rompe una camisa entera porque el botón del cuello no encaja en el ojal. A él nunca se le ocurriría agrandar el ojal.
No es el patrón el que paga los sueldos, él solo tiene el dinero. Es el producto el que paga los sueldos.
Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido.
Cuando todo parezca estar en tu contra, recuerda que los aviones despegan con el aire en contra, no a favor.
La mediocridad es el peor enemigo de la prosperidad.
Llegar juntos es el principio; mantenerse juntos es el progreso; trabajar juntos es el éxito.
Si hubiera preguntado a mis clientes qué necesitaban, hubieran dicho un caballo mejor.
Los hombres superficiales creen en la suerte y las circunstancias. Los fuertes creen en las causas y sus efectos.
No busquemos culpables, sino soluciones.
Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto.