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Para un ser consciente, el existir consiste en cambiar, en madurar, en crearse indefinidamente a sí mismo.
Henri Bergson
El hombre sapiens, la única criatura dotada de razón, es también el único ser que aferra su existencia a cosas irracionales.
Donde hay felicidad, hay creación. Cuanto más rica es la creación, más profunda es la felicidad.
No hay nada en filosofía que no pueda expresarse en lenguaje cotidiano.
El tiempo es invención o no es nada en absoluto.
La risa necesita un eco.
La única curación contra la vanidad es la risa.
Nuestra inteligencia está destinada a asegurar la inserción perfecta de nuestro cuerpo en su medio.
Inteligencia es hacer artificiales los objetos, especialmente las herramientas para hacer herramientas.
El presente sólo se forma del pasado, y lo que se encuentra en el efecto estaba ya en la causa.
Hay que pensar como hombre de acción y actuar como hombre pensador.
El poder que motiva la democracia es el amor.
Nuestra duración no es un instante que reemplaza a otro instante; en este supuesto no habría nunca otra cosa que presente, y no una prolongación del pasado dentro de lo actual, ni evolución, ni duración concreta. La duración es el progreso continuo del pasado que va royendo lo por venir y se va hinchando a medida que avanza.
Los conceptos están incluidos en las palabras.
Siempre que hay alegría hay creación. Mientras más rica la creación, más profunda la alegría.
El genio es aquello que provoca la inercia de la humanidad a aprender.
La libertad es un hecho, y entre los hechos que observamos, no hay ninguno que sea más claro.
La vida no procede por la asociación y la adición de elementos, sino por la disociación y la división.
Debemos obrar como hombres de pensamiento; debemos pensar como hombres de acción.
El triunfo de la vida es expresada mediante la creación.
La religión es al misticismo lo que la divulgación es a la ciencia.
La contemplación es un lujo, mientras que la acción es una necesidad.
Por mucha heterogeneidad que podamos hallar en principio entre los hechos y la causa, y por más que medie una gran distancia entre una regla de conducta y una afirmación sobre el fondo de las cosas, el impulso de amar a la humanidad nos ha venido siempre de un contacto con el principio generador de la raza humana.
Existir es cambiar, cambiar es madurar, madurar es creación sin fin.
La inteligencia se caracteriza por una incomprensión natural de la vida.
El ojo ve sólo lo que la mente está preparada para comprender.
Nuestra risa es siempre la risa de otros.