Imágenes
Leía mucho, lo que no quiere decir que leyera muchos libros. Más bien prefería releer las obras que me habían gustado. Así pues, no tenía este punto en común con los demás, y leía mis libros a solas y en silencio. Los releía y cerraba los ojos y me llenaban de su aroma. Sólo aspirando la fragancia de un libro, tocando sus páginas, me sentía feliz.
Haruki Murakami
Cierto es que ya no recuerdo el rostro de Naoko. Conservo un decorado sin personajes.
Pero (si la memoria no me falla) no la he visto repetir la misma ropa ni una sola vez. Comprobar qué ropa llevará hoy se ha convertido ya en uno de mis pequeños divertimentos ligados al footing matinal.
Hablar es muy fácil. Lo importante es limpiar la mierda o no hacerlo.
En este mundo, nada hay tan cruel como la desolación de no desear nada.
Cuando estás despierto, puedes refrenar, más o menos, la imaginación. Pero los sueños no hay manera de controlarlos.
Para triunfar, hace falta tener suerte e inteligencia. Eso por descontado. Pero no basta. Si no tienes el capital necesario, no hay nada que hacer. Pero más importante todavía es conocer el secreto, llamémosle así. Si no lo conoces, aunque reúnas todo lo demás, no vas a ninguna parte.
Era un hotel triste. Triste como un perro negro de tres patas empapado por la lluvia de diciembre.
A su lado, tenía la sensación de que finalmente la vida volvía a pertenecerme.
Había despertado una parte de mí que llevaba largo tiempo durmiendo. Al darme cuenta, me sentí tan triste que se me saltaron las lágrimas. Ella había sido una mujer excepcional. Alguien hubiera debido salvarla.
Las cartas no son más que un trozo de papel. Aunque se quemen, en el corazón siempre queda lo que tiene que quedar; por más que las guardes, lo que no tiene que quedar desaparece.
En un mundo donde existe el tiempo, nada puede volver atrás.
Las relaciones entre hombres y mujeres no se pueden explicar mediante la lógica.
Detesto a mucha gente y mucha gente me detesta a a mi, pero también hay personas que me gustan, me gustan mucho. y no tiene nada que ver con que me correspondan. Yo vivo así. No quiero ir a ninguna parte. No necesito la inmortalidad.
Preguntar es vergüenza de un instante; no preguntar es vergüenza de una vida.
A la vida es muy importante saber establecer prioridades.
Es importante saber qué es correcto y qué no lo es, por supuesto. Sin embargo, los errores de juicio personales pueden corregirse en la mayoría de los casos. Si uno tiene la valentía de reconocer su error, las cosas, generalmente, se pueden arreglar. Pero la estrechez de miras y la intolerancia de la gente sin imaginación son igual que parásitos.
Esforzarse al máximo dentro de los límites que tienes asignados.
La muerte no se opone a la vida, la muerte está incluida en nuestra vida.
¿Acaso no existe en mi cuerpo una especie de limbo de la memoria donde todos los recuerdos cruciales van acumulándose y convirtiéndose en lodo?
En algunos casos, los presentimientos toman un aspecto distinto. A veces, esta forma sustitutoria es mucho más cruda que la propia realidad.
Así es la escuela. Lo más importante que aprendemos en ella es que las cosas más importantes no se pueden aprender allí.
Y es que, por muy mayor que uno se haga, mientras viva siempre descubre cosas nuevas sobre uno mismo.
Todo lo que tiene forma desaparece antes o después. Sin embargo, hay un tipo de sentimientos que permanecen para siempre.
Siempre es mejor que la gente hable cara a cara, con el corazón en la mano. De lo contrario acaban surgiendo malentendidos. Y los malentendidos son una fuente de infelicidad.
Hacia dónde debería mirar es hacia dentro de mí.
Nadie sube al metro con el corazón palpitante de alegría.
En ocasiones la música tiene el poder de revivir los recuerdos con tal intensidad que a uno hasta le duele el corazón.
No me extrañaría que pronto nos endilgaran una película con el mensaje de que en una guerra nuclear la humanidad fue barrida de este mundo, pero, al final, todo acabó muy bien.
¿Cómo lo has adivinado? - Si presto oído, capto lo que deseas. Si aguzo la vista, veo lo que deseas.
La gente lo llama amor.
Cada uno de nosotros sigue perdiendo algo muy preciado -dice cuando el teléfono deja de sonar-. Oportunidades importantes, posibilidades, sentimientos que no podrán recuperarse jamás. Esto es parte de lo que significa estar vivo. Pero dentro de nuestra cabeza, porque creo que ahí es donde debe estar, hay un pequeño cuarto donde vamos dejando todo esto en forma de recuerdos.
La mayoría de la gente joven que consigue trabajo en grandes empresas se convierten en hombres de empresa. Yo quiero ser independiente.
Las buenas noticias, en la mayoría de los casos, se dan en voz baja.
El destino es algo que se debe mirar volviéndose hacia atrás, no algo que deba saberse de antemano.
Lo que puedan enseñarte los demás acaba en sí mismo, lo que aprendes por tu propia cuenta forma parte de ti. Y te será de gran ayuda.
Los celos son la prisión más desesperanzadora del mundo. Porque es una prisión en la que el preso se confina a sí mismo. Nadie lo mete a la fuerza. Uno entra por voluntad propia, cierra con llave desde dentro y lanza la llave por entre los barrotes. Y nadie en el mundo sabe que está ahí recluido.
Del mismo modo que hay varios tipos de literatura, hay también varios tipos de escritores, cada uno con su propia visión del mundo.
Si te arrebatan la libertad, acabas forzosamente odiando a alguien.
Hay dos tipos de personas: los que son capaces de abrir su corazón a los demás y los que no. Tú te cuentas entre los primeros.