Imágenes
Incesantemente la belleza impone en nosotros su presencia, y no descansa hasta que nos sentimos arrastrados por ella.
Hans Carossa
¿De qué nos sirven los libros, si cuando los consultamos es demasiado temprano o demasiado tarde?
¡Bienaventurado el que tiene recuerdos que pueden fortalecer su espíritu!
Como verdadera criatura humana en pequeño que era, pronto me volví ingrato con las suaves trabas dentro de las que la vida me obligaba a avanzar y me regocijaba al pensar en verlas pronto todas ellas destruidas.
Todo, por espantoso que sea, debe tomar, cuando se enfrente con nosotros, una forma adecuada a la nuestra; todo el mundo está profundamente convencido de ello, y ésta es la razón de que la buena gente ande sin miedo por el mundo.
Los animales más insignificantes tienen el derecho de considerarse completos, pero nosotros los hombres nos pasamos la vida pensando que no somos más que un esbozo, y el solo hecho de considerarnos unos a otros equivale ya a una mala acción.
¿Quién no conoce esos momentos desgarradores de la soledad, en los que no sentimos ninguna conexión con los acontecimientos vitales?
Los poetas, como precursores del futuro, dan a la juventud una dirección, y todas las grandes empresas caen bajo su protección; pero nos falta algo si de vez en cuando no recibimos alguna sencilla misión terrenal que ponga bajo nuestros pies una ruta.
Del día de trabajo proceden los verdaderos goces; de las grandes angustias que dan valor a la vida, y aun pareciendo agitarlas, dan fuerza a sus profundas raíces.
¡Qué felices somos mientras las cosas no tienen todavía nombre, mientras todo se nos revela por una vez y para siempre, mientras no sabemos nada del caprichoso renacer de las formas!
En la juventud, y no sólo a veces en la juventud, acaece cierto estado anímico en el que alguna criatura humana nos encanta con su mera existencia sin que deseemos en modo alguno que pierda su plácida lejanía. Todo aquel que siente en su ser una inquietud no ha de pensar en acercamientos y besos.
También yo era presa de una transformación, y cuando más me aproximaba a lograr al fin una verdadera consideración por parte de mis camaradas, tanto más me iba distanciando de ellos para siempre.