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Una ley natural que olvidamos es que la versatilidad intelectual es la compensación por el cambio, el peligro y la inquietud. Un animal en perfecta armonía con su medio ambiente es un perfecto mecanismo.
H. G. Wells
Tal vez aprender a manejar la máquina del atrevimiento, para viajar instantáneamente a los límites de la vida inmediata, para fundar de vez en cuando un breve paraíso sin porvenir ni pasado, sin el doble chantaje de la nostalgia y del miedo.
Velar entre todas esas cosas desconocidas ante un rompecabezas como éste es desesperante. Representa una línea de conducta que lleva a la demencia. Enfréntate con este mundo. Aprende sus usos, obsérvale, abstente de hacer conjeturas demasiado precipitadas en cuanto a sus intenciones; al final encontrarás la pista de todo esto.
Es posible que la invasión de los marcianos resulte, al fin, beneficiosa para nosotros; por lo menos, nos ha robado aquella serena confianza en el futuro, que es la más segura fuente de decadencia.
Siéntate en tu puesto y nadie te hará levantar.
Una mujer hermosa, pero pobre, encuentra más amantes que pretendientes.
La fuerza es el resultado de la necesidad; la seguridad establece un premio a la debilidad.
La indignación moral es la envidia con una aureola.
No es tan fiero el león como lo pintan.
No hay inteligencia allí donde no hay cambio ni necesidad de cambio.
Aquí hay comida. Latas de conservas en las tiendas de comestibles; vinos, licores, aguas minerales, y los caños principales de desagüe y las cloacas grandes están vacíos. Ahora bien, le estaba diciendo lo que pensaba yo. Aquí hay seres inteligentes -me dije-. Y parece que nos quieren como alimento.
La grandeza del hombre se puede medir por lo que deja plantado para que se desarrolle, y si puso o no a pensar a otros en nuevas direcciones con un vigor que persistiera después de él Si se aplica esta prueba, Jesús está en primer lugar.
Debes perder una mosca para pescar una trucha.
El miedo que me dominaba no era un miedo racional, sino un terror pánico, no sólo a causa de los marcianos, sino también debido a la tranquilidad y el silencio que me rodeaban. Tal fue su efecto, que corrí llorando como un niño. Cuando hube emprendido la carrera ni una sola vez me atreví a volver la cabeza.
Al que quiere aprender a rezar, embárcale.
No quiero decir matar sin control, sino asesinar de forma sensata. Ellos saben que hay un hombre invisible, lo mismo que nosotros sabemos que existe un hombre invisible. Y ese hombre invisible, Kemp, tiene que establecer ahora su Reinado del Terror.
De día estamos tan ocupados en nuestros pobres asuntos, que nos parece imposible que alguien, allá arriba, vigile nuestros pasos y, laborioso y metódico, planee la conquista del planeta Tierra. Sólo la noche es capaz, con su oscuridad y su silencio, de crear las condiciones para que los marcianos, los selenitas y demás seres que habitan el universo, tengan cabida en nuestra imaginación.
Todos éstos, los que vivían en estas casas, y todos los condenados dependientes de comercio, que vivían por allá, no sirven. No tienen coraje, no sueñan ni ansían nada, y el que no tiene esas cosas, no vale un ardite.
Si gritas, te romperé la cara -dijo el hombre invisible, destapándole la boca-. Soy un hombre invisible. No es ninguna locura ni tampoco es cosa de magia. Soy realmente un hombre invisible. Necesito que me ayudes. No me gustaría hacerte daño, pero, si sigues comportándote como un palurdo, no me quedará más remedio.
El alma necesita pocas cosas, el cuerpo muchas.
Una fórmula, una expresión geométrica que incluía cuatro dimensiones. Los locos, los hombres vulgares, incluso algunos matemáticos vulgares, no saben nada de lo que algunas expresiones generales pueden llegar a significar para un estudiante de física molecular. En los libros, ésos que el vagabundo ha escondido, hay escritas maravillas, milagros.
El que ha perdido un ojo conoce el valor del que le queda.
El amor es las cosa más grande de todas, mucho más que la misma fama.