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Mas ¡ay! de un corazón llegué al abismo y me incliné por verlo, y mi alma y mis ojos se turbaron: ¡tan hondo era y tan negro!
Gustavo Adolfo Bécquer
Oigo flotando en olas de armonías, rumor de besos y batir de alas; mis párpados se cierran... ¿Qué sucede? ¿Dime? ¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!
Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse por un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal... ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás podrá apagarse en mi la llama de tu amor.
Olas gigantes que os rompéis bramando en las playas desiertas y remotas, envuelto entre la sábana de espumas ¡llevadme con vosotras!
El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada.
El insomnio junto a una mujer bonita no es seguramente el peor de los males.
El espectáculo de lo que es bello, en cualquier forma que sea presentado, eleva la mente a nobles aspiraciones.
Triste cosa es el sueño que llanto nos arranca, mas tengo en mi tristeza una alegría... ¡Sé que aún me quedan lágrimas!
El amor es un rayo de luna.
Como se arranca el hierro de una herida su amor de las entrañas me arranqué, ¡aunque sentí al hacerlo que la vida me arrancaba con él!
Para poder poner ante tus plantas la ofrenda de mi vida y de mi amor, con alma, sueños rotos, risas, lágrimas, hice mis versos yo.
Dimos formas reales a un fantasma, de la mente ridícula invención, y hecho el ídolo ya, sacrificamos en su altar nuestro amor.
El mundo es un absurdo animado que rueda en el vacio para asombro de sus habitantes.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón; pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor.
La soledad es muy hermosa... cuando se tiene junto a alguien a quien decírselo.
Cantigas... mujeres... glorias... felicidad... mentiras todo, fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo, y los amamos y corremos tras ellos, ¿para qué?, ¿para qué?, para encontrar un rayo de luna.
¿Cómo vive esa rosa que has prendido junto a tu corazón?Nunca hasta ahora contemplé en el mundo junto al volcán la flor.
Cambiar de horizontes, cambiar de método de vida y de atmósfera, es provechoso a la salud y a la inteligencia.
Sabe, si alguna vez tus labios rojos quema invisible atmósfera abrasada, que el alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada.
No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía.
Al brillar un relámpago nacemos y aún dura su fulgor cuando morimos; tan corto es el vivir.
Como enjambre de abejas irritada se un oscuro rincón de la memoria salen a perseguirnos los recuerdos de las pasadas horas.
Es un sueño la vida, pero un sueño febril que dura un punto; cuando de él se despierta, se ve que todo es vanidad y humo.
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna.
Mientras haya unos ojos que reflejen los ojos que los miran, mientras responda el labio suspirando al labio que suspira, mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas, mientras exista una mujer hermosa, ¡habrá poesía!
Sin inscripción alguna.
Y el pensamiento es necesario ejercitarlo, se debe cada día y de nuevo y de nuevo pensar, para conservar la vida del pensamiento.
Donde habite el olvido.
Mi cerebro es el caos, mis ojos la destrucción, mi esencia la nada.
Es cuestión de palabras y no obstante ni tú ni yo jamás, después de lo pasado, convendremos en quién la culpa está
¿A qué fingir el labio risas que se desmienten en los ojos?
El cariño se parecía a esa vaga y espontáneaternura de la adolescencia, que necesitando un objeto en qué emplearse, ama el primero que se ofrece a su vista.
Mientras la ciencia a descubrir no alcance las fuentes de la vida, y en el mar o en el cielo haya un abismo que al cálculo resista, mientras la humanidad siempre avanzando no sepa a dó camina, mientras haya un misterio para el hombre, ¡habrá poesía!
¡Los suspiros son aire y van al aire! ¡Las lágrimas son agua y van al mar! Dime, mujer, cuando el amor se olvida ¿sabes tú adónde va?
Los invisibles átomos del aire en derredor palpitan y me inflaman; el cielo se deshace en rayos de oro; La tierra se estremece alborozada oigo flotando en olas de armonía rumor de besos y batir de alas; Mis párpados se cierran... ¿Qué sucede? ¡Es el amor que pasa!
¡Amar! Había nacido para soñar el amor, no para sentirlo. Amaba a todas las mujeres un instante: a ésta porque era rubia, a aquélla porque tenía los labios rojos, a la otra porque se cimbreaba al andar, como un junco.
Ella tiene la luz, tiene el perfume, el color y la línea, la forma engendradora de deseos, la expresión, fuente eterna de poesía.
Hoy como ayer, mañana como hoy, ¡y siempre igual!, un cielo gris, un horizonte eterno y andar..., andar.
En donde esté una piedra solitaria.
Mientras se sienta que se ríe el alma, sin que los labios rían; mientras se llore, sin que el llanto acuda a nublar la pupila; mientras el corazón y la cabeza batallando prosigan, mientras haya esperanzas y recuerdos, ¡habrá poesía!