Imágenes
¡Qué hermoso es ver el día coronado de fuego levantarse, y a su beso de lumbre brillar las olas y encenderse el aire!
Gustavo Adolfo Bécquer
La vida, tomándola tal como es, sin exageraciones ni engaños, no es tan mala como dicen algunos.
Mientras tú sientes mucho y nada sabes, yo, que no siento ya, todo lo sé.
El amor es un caos de luz y de tinieblas; la mujer, una amalgama de perjurios y ternura; el hombre, un abismo de grandeza y pequeñez; la vida, en fin, puede compararse a una larga cadena con eslabones de hierro y de oro.
Dos ideas que a la par brotan, dos besos que a un tiempo estallan, dos ecos que se confunden, eso son nuestras dos almas.
Manrique amaba la soledad, y la amaba de tal modo, que algunas veces hubiera deseado no tener sombra por que su sombra no lo siguiese a todas partes.
Nuestra pasión fue un trágico sainete en cuya absurda fábula lo cómico y lo grave confundidos risas y llanto arrancan.
Todo es mentira: la gloria, el oro. Lo que yo adoro sólo es verdad: ¡la Libertad!
Pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante un altar, como yo te he querido... desengáñate, ¡así no te querrán!
Mientras las ondas de la luz al beso palpiten encendidas; Mientras el sol las desgarradas nubes de fuego y oro vista; Mientras el aire en su regazo lleve perfumes y armonías. Mientras haya en el mundo primavera,¡Habrá poesía!
¡Llora! No te avergüences de confesar que me quisiste un poco. ¡Llora! Nadie nos mira. Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.
El amor es poesía; la religión es amor. Dos cosas semejantes a una tercera son iguales entre sí.
Como en un libro abierto leo de tus pupilas en el fondo.
¡Oh!, si las flores duermen, qué dulcísimo sueño!
Amaba la soledad, porque en su seno, dando rienda suelta a la imaginación, forjaba un mundo fantástico, habitado por extrañas creaciones, hijas de sus delirios y sus ensueños de poeta, tanto, que nunca le habían satisfecho las formas en que pudiera encerrar sus pensamientos, y nunca los había encerrado al escribirlos.
La religión es amor y porque es amor, es poesía.
Mientras haya en el mundo primavera, ¡habrá poesía!
¡Tengo miedo a quedarme con mi dolor a solas!
Hoy la tierra y los cielos me sonríen hoy llega al fondo de mi alma el sol; hoy la he visto... la he visto y me ha mirado ¡hoy creo en Dios!
Como en cuna de nacar que empuja el mar y que acaricia el cefiro, dormir parecia al blando arrullo de sus labios entreabiertos.
Dices que tienes corazón, y sólo lo dices porque sientes sus latidos; eso no es corazón... Es una máquina que al compás que se mueve hace ruido.
El la amaba; la amaba con ese amor que no conoce freno ni límite; la amaba con ese amor en que se busca un goce y sólo se encuentran martirios, amor que se asemeja a la felicidad y que, no obstante, diríase que lo infunde el Cielo para la expiación de una culpa.
Dos rojas lenguas de fuego que a un mismo tronco enlazadas se aproximan, y al besarse forman una sola llama.
Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: - ¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: - ¿Por qué no lloré yo?
La brilladora lumbre es la alegría; la temerosa sombra es el pesar: ¡Ay!, en la oscura noche de mi alma.
El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo.
Despierta ríes y al reír tus labios inquietos me parecen relámpagos de grana que serpean sobre un cielo de nieve.
Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso... ¡Yo no sé que te diera por un beso!
La imaginación de los muchachos es un corcel, y la curiosidad, la espuela que lo aguijonea y lo arrastra a través de los proyectos más imposibles.
La poesía es al saber de la humanidad lo que el amor a las otras pasiones.
Los sueños son el espíritu de la realidad con las formas de la mentira.
Si dormir es morir, quiero dormir en paz en la noche de la muerte.
¡Ay - pensé - cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma, y una voz, como Lázaro, espera que le diga: ¡Levántate y anda!
Mi existencia, reducida al momento presente, flota en el océano de las cosas creadas como uno de esos átomos luminosos que nadan en el rayo del sol.
Llevadme, por piedad, a donde el vértigo con la razón me arranque la memoria. ¡Por piedad! ¡Tengo miedo de quedarme con mi dolor a solas!
El sentido común, que es la barrera de los sueños.
Si pudiera hacerse la disección de las almas, cuantas muertes misteriosas se explicarían.
¡Lástima que el Amor un diccionario no tenga donde hallar cuándo el orgullo es simplemente orgullo y cuándo es dignidad!
Cuando el tiempo pase y tu me olvides, silencioso vivirás en mí; porque en la penumbra de mis pensamientos, todos los recuerdos me hablarán de tí
El amor es un misterio. Todo en él son fenómenos a cual más inéxplicable; todo en él es ilógico, todo en él es vaguedad y absurdo.