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Si yo hubiera inventado el ferrocarril no habría consentido que nadie montara en él sin mi permiso.
Gustave Flaubert
Ahora conocía la pequeñez de las pasiones que el arte exageraba.
Ten cuidado con tus sueños; son la sirena de las almas. Ellas cantan, nos llaman, las seguimos y jamás retornamos.
Esta disposición para planear sobre uno mismo es quizá la fuente de toda virtud. Te arranca de la personalidad, lejos de retenerte en ella.
Describir es una venganza.
El trabajo es nuestro mejor modo de escamotearnos a la vida.
La mujer es un vulgar animal del que el hombre se ha formado un ideal demasiado bello.
El más humilde libertino ha soñado con sultanas, y todo notario lleva en su intimidad las ruinas de un poeta.
Emma trataba de saber lo que significaban justamente en la vida las palabrasfelicidad, pasión, embriaguez, que tan hermosas le habían parecido en los libros.
Vivimos en un mundo donde la gente se viste con trajes ya confeccionados. Si eres un hombre extraordinariamente grande, tanto peor para ti.
Que cada uno se contente con ser honesto, quiero decir con cumplir su deber y no fastidiar al prójimo, y entonces todas las utopías virtuosas se verán rápidamente rebasadas.
Ahora siento hacia mis semejantes un odio sereno, o una piedad tan inactiva que es lo mismo.
Se llegan a hacer cosas hermosas a fuerza de paciencia y de larga energía.
Si supieras todas las fuerzas internas que han terminado por agotarme, todas las locuras que me han pasado por la cabeza... Soy ante todo hombre de fantasía, amigo del capricho y de lo deshilvanado.
Ayer estuve espantosamente triste con una de esas tristezas que tenía en mi juventud y para librarme de las cuales hubiera sido capaz de tirarme por la ventana.
El amor no es lo primero en la vida, sino lo segundo. Es un lecho en el que acuesta uno su corazón para relajarlo. Y uno no puede pasarse todo el día echado.
Ser estúpido, egoísta y estar bien de salud, he aquí las tres condiciones que se requieren para ser feliz. Pero si os falta la primera, estáis perdidos.
Porque se puede honrarlo lo mismo en un bosque, en un campo, o incluso contemplando la bóveda celeste como los antiguos. Mi Dios, el mío, es el Dios de Sócrates, de Franklin, de Voltaire y de Béranger.
Pero la vida de ella era fría como una buhardilla, con tragaluz al norte y donde el hastío, araña silenciosa, tejía su tela en la penumbra por todos los rincones de su corazón.
Lo mejor de la vida se pasa diciendo "es demasiado pronto", y después es "demasiado tarde".
La faceta ridícula que veo en el amor siempre me impidió entregarme a él. He deseado, en ocasiones, seducir a una mujer, pero con sólo pensar en el aspecto extraño que en esos momentos debía de tener, me entraban ganas de reír. Tanto es así que mi voluntad se derretía al fuego de la ironía interior, y dentro de mí cantaba el himno de la amargura y de la irrisión.
La felicidad es una cosa monstruosa. Quienes la buscan encuentran su castigo.
¿Se ha dado cuenta de cómo apreciamos nuestros males? Usted se agarra a sus ideas religiosas, y yo a mi quimera del estilo, que me arruina el cuerpo y el alma. Pero posiblemente sólo poseemos algún valor gracias a nuestros sufrimientos, porque equivalen siempre a una aspiración.
No sientes esas náuseas de tedio que impulsan a desear la muerte. No llevas dentro del ti el aburrimiento de vivir, ¡palabra que habría que escribir como veinte H aspiradas para darle toda su intensidad!
Bostezo. Hay que decir: Discúlpeme, no es de aburrimiento sino del estómago.
Genio. Inútil admirarlo, es una neurosis.
Cuando miramos a la verdad de soslayo o de perfil, siempre la vemos mal. Son pocos los que saben contemplarla de frente.
Huevo. Punto de partida para una disertación filosófica sobre el origen de los seres humanos.
¿Qué es la gloria? Conseguir que se digan muchas majaderías a cuenta de un hombre.
Deberes. Algo que los demás tienen para con uno, pero que uno no tiene para con los demás.
Amo mi trabajo con un amor fanático y pervertido, como un asceta el cilicio que le rasca el vientre.
Optimista. Equivalente a imbécil.
Amémonos en el arte como los místicos se aman en Dios, y que todo palidezca frente a ese gran amor.
Todo cede ante la continuidad de un sentimiento enérgico. Todos los sueños acaban por tomar forma; para toda sed se encuentra agua, y para todos los corazones, amor.
Me hablas de trabajo. Si, trabaja, enamórate del arte. De todas las mentiras existentes, quizás sea ésta la menos embustera. Trata de enamorarte de él con un amor exclusivo, ardiente, fiel. No te fallará.
No quisiste creerme cuando te dije que era viejo. ¡Sí que lo soy, por desgracia! Pues todo sentimiento que a mi alma llega se agria igual que el vino cuando lo introducen en recipientes ya muy usados.
Es necesario siempre esperar cuando se está desesperado, y dudar cuando se espera.
A un alma se le mide por la amplitud de sus deseos, del mismo modo que se juzga de antemano una catedral por la altura de sus torres.
Tened cuidado con la tristeza, es un vicio.
Creo que la felicidad sólo se encuentra al lado de una buena mujer; todo está en encontrarla.