Imágenes
¿Por qué es tan difícil querer, siendo tan sumamente fácil desear? Porque en el deseo habla la impotencia, y en el querer la fuerza.
Gustav Adolf Lindner
Les sucede con los besos a las mujeres, lo que a los hombres con el vino: beben y beben hasta que acaban por sucumbir.
¡Cuántas mujeres toman un amante, no por afán de tenerlo, sino para no dejárselo a otra!