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A temprana edad conocimos el gusto de la grandeza y de la fama, y sin pedirle permiso a los oráculos nos erigimos en los profetas del mal y de la destrucción.
Gonzalo Arango
El pensamiento del maestro Fernando González nunca ha perdido actualidad, pero una sorda fatalidad histórica lo ha tenido confinado en un oscuro anonimato, en el que su semilla no muere pero tampoco ha fructificado con la fecundidad que merece. Ya es hora de que el país descubra a su descubridor.
El nadaísmo es un estado del espíritu revolucionario, y excede toda clase de previsiones y posibilidades.
Cada quien es la pequeña porción de destino con que nace. Ese destino hay que llevarlo hasta la muerte como una gran cruz. Lo demás es soberbia.
Lo único que siempre dejo para mañana es mi muerte.
También No-hacer es creador, pues no sólo de hacer vive el hombre.
El corazón necesita ausencias para alimentar el deseo.
Para que al perderme los colombianos, me ganen.
Me doy cuenta lo poco que me interesa la gente, y sin embargo, tengo amigos, mujeres, mi pequeña historia de hombre.
¡La vida es una sucesión de casualidades, y nada es verdad! Sólo la muerte existe.