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Cada mónada es una entelequia que sale a la luz en determinadas condiciones. Un estudio del organismo permite estos secretos.
Goethe
Hay dos poderes pacíficos: el derecho y la astucia.
Los dones de lo alto vienen con su peculiar ropaje.
El reloj se habrá parado, las agujas habrán caído y el tiempo habrá terminado para mí.
Aquel que prevé es dueño de sus días.
Nuestras facultades son tan limitadas, que siempre creemos tener razón.
La originalidad no consiste en decir cosas nuevas, sino en decirlas como si nunca hubiesen sido dichas por otro.
La vejez no nos vuelve infantiles, como dicen, sino que nos encuentra todavía cual verdaderos niños.
Nada revela tan a las claras el carácter de los hombres como aquello que encuentran ridículo.
Cada hombre da vueltas alrededor de su pequeño círculo, como el gato que juega con su cola.
Cierto es que en el taller del pensamiento ocurre como en la obra maestra de un tejedor, donde un solo impulso mueve a la vez mil hilos. La lanzadera se pone en marcha, va de arriba abajo y un solo golpe da lugar a mil tramas.
Muchas veces se ha dicho que la vida es un sueño, y no puedo desechar de mí esta idea.
Hacer una corona es mucho más fácil que hallar una cabeza digna de llevarla.
¿Quieres ser invisible para los hombres? Sé pobre. ¿Quieres ser invisible para las mujeres? Sé viejo.
El alemán posee libertad de opinión, por eso no advierte cuando le faltan la libertad de gusto y la de espíritu.
Feliz el hombre que tiene una buena esposa: vive el doble.
¿Por qué asustarse? ¿Por qué dudar? ¿Acaso porque se ignore lo que hay allá, porque no vuelve, o más bien porque es propio de nuestra naturaleza suponer que todo es confuso y tinieblas en lo desconocido?
Por fortuna, el hombre no es capaz más que de una cierta medida de infelicidad; pasada ésa, queda o anonadado o indiferente.
Se vive sólo una vez en el mundo.
Un hombre y una mujer verdaderamente enamorados es el único espectáculo de este mundo digno de ofrecer a los dioses.
El que es firme moldeará el mundo a su medida.
No existe ningún signo externo de la cortesía que no tenga un profundo fundamento moral. La verdadera educación sería la que manifestara al mismo tiempo ese signo y su fundamento.
Amigo mío, todas las teorías son grises; solamente está lozano el árbol dorado de la vida.
Quien no conoce las lenguas extranjeras nada sabe de la suya propia.
Los genios son peligrosos para los talentos jóvenes, pues no hacen más que reproducirlos creyendo reproducirse a sí mismos.
Antes pensarlo, después lanzarse.
Cuando más desquiciada está la vida de la mente, más abandonada a sí misma queda la máquina de la materia.
Hay quién porque golpea la pared con un martillo se cree clavar clavos.
Ni aún el genio más grande iría muy allá si tuviera que sacarlo todo de su propio interior.
La esperanza es una segunda alma del desdichado.
Somos todos tan limitados, que creemos siempre tener razón.
Donde no hay mujeres no existen los buenos modales.
Tu tendencia constante es la de dar forma poética a la realidad; los otros pretenden dar realidad a lo que se supone poético, a lo imaginativo, y así no resulta más que materias inexpresivas.
Se toma a cada uno en el mundo por lo que da de sí; pero debe dar algo. Se soporta mejor a los molestos e importunos que a los hombres insignificantes.
Podrían engendrarse hijos educados, si lo estuvieran sus padres.
La verdad es semejante a Dios: no se revela inmediatamente, sino que debemos adivinarla a partir de sus manifestaciones.
Lo que yo sé, cualquiera lo puede saber; pero mi corazón lo tengo yo sólo.
Los mejores placeres de este mundo no son completamente puros.
El suicidio sólo debe mirarse como una debilidad del hombre, porque indudablemente es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras.
El genio, ese poder que deslumbra a los ojos humanos, no es a menudo otra cosa que perseverancia bien disfrazada.