Frases de Goethe

Imágenes

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

La infelicidad máxima, como la felicidad máxima, modifica el aspecto de todas las cosas.

Dichoso aquél que recuerda con agrado a sus antepasados, que gustosamente habla de sus acciones y de su grandeza y que serenamente se alegra viéndose al final de tan hermosa fila.

La ventaja se la lleva aquel que aprovecha el momento oportuno.

Da más fuerza saberse amado que saberse fuerte: la certeza del amor, cuando existe, nos hace invulnerables.

Pensemos en la grandeza de los antiguos, sobre todo de la escuela socrática, y en cómo ésta pone ante nuestros ojos la fuente y el hilo conductor de toda vida y toda actividad, y estimula no a una especulación vacía, sino a vivir y actuar.

Beneficiadme con vuestras convicciones, si es que las tenéis; pero guardaos vuestras dudas, pues me bastan con las mías.

El requesón pisoteado, lejos de endurecerse, se desparrama.

Atreveos a hacer cosas que otro tan sólo se atrevería a rozar durante muchos años, aprended a tomarles el pulso y, con mirada audaz y fogosa, oprimidles sus estrechas caderas para ver qué bien apretado tienen el corsé.

Un gran sacrificio resulta fácil; los que resultan difíciles son los continuos pequeños sacrificios.

¡Si yo pudiera expresar todo lo que siento! ¡Si todo lo que dentro de mí se agita con tanto calor, con tanta exuberancia de vida, pudiera yo extenderlo sobre el papel, convirtiendo éste en espejo de mi alma, como mi alma es espejo de Dios!

No podemos modelar a nuestros hijos según nuestros deseos, debemos estar con ellos y amarlos como Dios nos los ha entregado.

¿Cuál es, pues, vuestro deber? Lo que el día de hoy reclama.

Si la juventud es un defecto, uno se corrige muy pronto de él.

Todo comienzo tiene su encanto.

Lo que se llama el espíritu de los tiempos, no es el fondo sino el espíritu propio de aquellos hombres en los cuales los tiempos se reflejan.

Todas las sectas me parecen estar en lo cierto en sus afirmaciones, y equivocadas en sus negaciones.

Si se quisieran estudiar todas las leyes, no habría tiempo material de infringirlas.

Las palabras de aliento después de la censura son como el sol tras el aguacero.

Toda maldad es vengada en la tierra.

Todo es soportable en esta vida, excepto la sucesión prolongada de días prósperos.

Siempre que el hombre reflexiona sobre su parte física o moral, suele generalmente hallarse enfermo.

La raza humana es igual en todas partes. La inmensa mayoría emplea casi todo su tiempo en trabajar para vivir, y le abruma de tal modo la poca libertad de que goza, que pone de su parte cuanto puede para perderla. ¡Oh destino de los mortales!

¿Conoces el país donde florecen los limoneros?

Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y, si por la noche no nos queda ninguna esperanza, ¿es que vales la pena vestirse y desnudarse?

Hay hombres que ni siquiera se equivocan, porque no se proponen nada razonable.

Llevar una idea a la práctica es la cosa más difícil del mundo.

A la amarga necesidad se acomodan la voluntad y el capricho.

Los más grandes hombres están siempre ligados a su siglo por alguna flaqueza.

No hay que buscar tras los fenómenos. La enseñanza son ellos mismos.

Las hipótesis son canciones de cuna con que el maestro aduerme a los discípulos.

Lo que no habéis heredado de vuestros padres, volverlo a ganar a pulso o no será vuestro.

¡Corona de la vida, felicidad sin interrupción eres tú, oh, amor!

El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar.

Sí; yo no soy otra cosa que un viajero, un peregrino en el mundo. ¿Y tú? ¿Eres algo más?

La metafísica de los filósofos no es más que el sentido común en lenguaje intrincado.

Siempre se tiene tiempo suficiente cuando se emplea como es debido.

No se debe zaherir lo vulgar, pues eternamente perdura inmutable.

Nadie se da cuenta del esfuerzo y el tiempo que cuesta aprender a leer. Yo estoy en ello desde hace ochenta años y no puedo decir que lo haya conseguido.

El amor es siempre astuto y quien se fía de él resulta engañado.

Lo que importa más nunca debe de estar a merced de lo que importa menos.

Explorar Autores

Armando Uribe Arce Ji Hu Ibn Hazm Chris O'Donnell Eva Perón Eazy-E Mickey Rourke Paco Ignacio Taibo II Juan Eusebio Nieremberg Elizabeth Taylor