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Mi padre me dio un consejo: No tengas prisa por llegar al éxito. Y si llegas, ten mucho cuidado.
Glenn Murcutt
Para mí el mundo es un territorio por descubrir y lo que determina la obra del arquitecto es la manera en que trata de descubrirlo.
Es cierto, la arquitectura doméstica exige un esfuerzo enorme y paga mal, pero determina nuestra vida. No necesito hacer grandes edificios para sentir que soy importante.
Conocer es querer.
La vida no se trata de maximizar todo, hay que dar luz, espacio, forma, serenidad y alegría.
En la vida, la mayoría de nosotros vamos a hacer cosas comunes; pero que lo más importante es hacerlas extremadamente bien para poder ir a la playa sin que lo reconozcan o sepa quien es; por que lo importante es la excelencia en el trabajo y no el ego ni la fama.
Para hacer un edificio, uno necesita conocer dos cosas, el terreno y la cultura del terreno. El terreno puede llegar a conocerse. La cultura es más difícil, cuesta años.
Una casa en el paisaje debe mejorarlo y si no lo mejora debe, al menos, asimilarse a él, debe verse lo menos posible.
Trabajo sin equipo, sin secretaria, sin diseño por computadora. Ni siquiera tengo un teléfono celular. Es un negocio muy pequeño: solo yo.
Una casa es como un traje. Los mejores son a medida.
Toque la tierra ligeramente.
La arquitectura debe ser una respuesta. No una imposición.
Nunca pensé en la arquitectura como un objetivo a perseguir sino como algo a descubrir.
La mayoría de los arquitectos que construyen edificios extraños asegura que lo hace porque ahora la tecnología lo hace posible. Eso me parece absurdo. Poder hacer una cosa no legitima hacerla.
Decidí independizarme. Se me juntó todo: recesión, falta de trabajo y dos niños. Resultó ser un momento óptimo. Aprendí a vivir con frugalidad. Y luego he pasado a creer que la mejor arquitectura nace de la frugalidad.
Necesitamos soluciones para los problemas reales, no inventar problemas para poder epatar con nuevas soluciones.
La tecnología es increíblemente importante para que los edificios sean de hoy y no un reflejo del pasado.
Quien observa termina por ver.
El idioma y la cultura crean estilos. Las culturas distintas producen cosas distintas. Yo no creo que un edificio apropiado para Nueva York lo sea también para una ciudad española.