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La libertad no es un fin, es un medio para desarrollar nuestras fuerzas.
Giuseppe Mazzini
La música es un eco del mundo invisible.
Cada uno de nosotros nace en una atmósfera de ideas y de creencias, formada por toda la humanidad anterior; cada uno de nosotros lleva, sin saberlo, un elemento más o menos importante para la vida de la humanidad sucesiva.
Mientras, doméstica o extranjera, tenga usted tiranía, ¿cómo puede tener patria? La patria es la casa del hombre, no la del esclavo.
El pueblo es tumultuoso por costumbre, descontento por miseria y omnipotente por el número.
Todo lo que es cierto para un individuo en relación con los restantes que forman parte de la sociedad a la cual él pertenece, es igualmente verdad para cada pueblo con respecto a la humanidad.
Aquel que puede negar a Dios ante una noche estrellada, ante la sepultura de sus seres más queridos, ante el martirio, es o un gran infeliz o un gran culpable.
El derecho es la fe del individuo; el deber es fe común, colectiva.
Las promesas son olvidadas por los príncipes, jamás por los pueblos.
Supremo error del pasado fue confiar el destino del país a los individuos más que a los principios.
Hay un ángel en la familia que, con una misteriosa influencia de gracia, dulzura y amor, hace menos árido el cumplimiento del deber y menos amargos los dolores. Los únicos goces puros y sin mezcla que le son dados al hombre disfrutar sobre la tierra, son, gracias a ese ángel, los goces de la familia.
La familia es la patria del corazón.
Quien puede sentirse capaz de negar a Dios frente a una noche estrellada, delante de las sepulturas de los suyos, o ante el mismo martirio, es o enormemente desdichado o enormemente culpable.
No deis importancia al número, sino a la unidad de las fuerzas.
Hemos creado Italia, ahora tenemos que crear italianos.
El mundo no es un espectáculo, es un campo de batalla.
Todo acto de egoísmo es violación de la fraternidad.
La falta de generosidad al vencer disminuye el mérito y los frutos de la victoria.
Los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza que le han sido dados sobre la tierra al hombre, son los goces de familia.
Toda misión constituye un vínculo de deber. Todo hombre debe consagrar sus fuerzas a su cumplimiento.
La vuestra es una bandera nueva; buscadle mantenedores entre los jóvenes, y en ellos entusiasmo, capacidad de sacrificio y energía. Decidles siempre la verdad, todo lo que queremos. Si aceptan, estaremos seguros de ellos.
Según ley dada por Dios a la humanidad, todos los pueblos son libres, iguales y hermanos.
La palabracasualidad carece de sentido, y fue inventada no más que para expresar la ignorancia humana sobre ciertas cosas. La vida, en su progresivo desarrollo, revela un designio inteligente.
Es necesario romper, con la mirada dirigida al futuro, la cadena que nos tiene ligados al pasado, y marchar resueltamente.
El origen de vuestros deberes está en Dios; la definición de los mismos está en sus leyes.
La música es la fe de un mundo en que la poesía no es sino la alta filosofía.
¿Son verdaderamente débiles los pueblos, o es que tan sólo les falta la fe, esa fe que revelándose en actos pone en movimiento las fuerzas?
La verdad no es lenguaje de cortesanos; no suele sonar sino en los labios de quien ni espera ni teme nada del poder de otros.
Como los individuos, las naciones nacen y mueren; pero la civilización no puede morir.
La fraternidad es el amor recíproco, la tendencia que conduce al hombre a hacer para los demás lo que él quisiera que sus semejantes hicieran para él.
Caminamos en la tempestad, pero más allá de ella está el sol, el sol de Dios, espléndido, eterno. Ellos podrán, durante algún tiempo, velarlo, encubrirlo a nuestras miradas, pero jamás borrarlo del cielo.
La política acepta a los hombres donde y tales como son; define sus tendencias y adapta a ellas los actos.
El verdadero instrumento del progreso de los pueblos está en el hecho moral.
El partido más fuerte es el partido más lógico.
Las mujeres son los ángeles de la familia: Madre, esposa o hermana, la mujer es la caricia de la vida, la suavidad del afecto derramada por todas sus penalidades, un reflejo sobre el individuo de la Providencia amorosa que vela por la humanidad.
La música es la fe de un mundo cuya suprema filosofía es la poesía.
El derecho no hace otra cosa que ordenar la resistencia, destruir, no fundar; el deber edifica y asocia.
La fraternidad es, no hay duda, la base de toda sociedad, la condición primera para el progreso social, pero no el progreso. Lo hace posible, le suministra los elementos indispensables, pero no lo define.
La verdad no es lenguaje del cortesano; solamente surge de labios de aquellos que no confían ni temen de la potencia ajena.
Sin Dios, en cualquier sistema civil al que os inclinéis, no podréis encontrar más base que la fuerza ciega, brutal y tiránica.