Imágenes
A la sociedad del hombre va armado de la desconfianza que le defiende y de la malicia que le venga.
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Es la hora melancólica, indecisa, en que pueblan los sueños los espacios, y en los aires - con soplos de la brisa - levantan sus fantásticos palacios.
La mujer busca antes de todo el corazón; quiere admirar sin ser deslumbrada; quiere ser dominada sin tiranía; quiere y necesita ser amada.
La mayor virtud no compensa el defecto del talento.
A la sociedad nadie va a lucir sus virtudes.
La sociedad, sobre todo en las ciudades civilizadas y corrompidas, es la cloaca en que se vierten todas las inmundicias del corazón humano.