Imágenes
La vida es un ejercicio de autogobierno.
George Santayana
Nuestra dignidad reside no en lo que hacemos, sino en lo que entendemos.
La belleza como la sentimos es algo indescriptible: lo que es o lo que significa no se puede decir.
La naturaleza y el júbilo de la libertad empiezan únicamente cuando las facultades bien integradas de la psique encuentran y establecen un mundo en el cual producen su fruto específico y propio.
La felicidad es la única sanción de la vida; donde no hay felicidad, la vida es un experimento loco y lamentable.
La belleza de lo material es el cimiento de toda belleza más elevada, tanto en el objeto, cuya forma y significación ha de albergarse en algo sensible, como en el espíritu, donde las ideas sensoriales, por ser las primeras que se manifiestan, son también las que primeramente pueden suscitar deleite.
En algunos libros las notas marginales o los comentarios de algún lector son más interesantes que el texto. El mundo es uno de estos libros.
¿Por qué amontonar imprecaciones sobre otra criatura porque no es o no desea ser como nosotros?
Nada deseamos porque sea bueno, sino que es bueno porque lo deseamos.
Inglaterra es el paraíso de la individualidad, la excentricidad, la herejía, las anomalías, aficiones y humores.
La mente humana está hecha para soñar despierta.
La memoria es un rumor interno.
Los pies de un hombre deben estar en su país, pero sus ojos deben observar el mundo.
El rumbo de los acontecimientos dependerá de circunstancias ajenas a los designios oficiales.
Para una idea es de muy mal agüero estar de moda, pues esto implica que más adelante estará anticuada para siempre.
Si la simetría nos ayuda a distinguir los objetos, no puede admirarnos que contribuya a hacernos disfrutar de la percepción. Porque a nuestra inteligencia le gusta percibir; no es el agua más grata a una garganta reseca que un principio de comprensión a un entendimiento confuso. La simetría esclarece, y todos sabemos cuán gustosa es la luz.
El problema más sobresaliente y característico de la estética es el de la belleza de la forma.
El fanatismo consiste en redoblar tus esfuerzos cuando has olvidado tu objetivo.
Tal vez acá y allá, algún tosco piloto cargado de años, metido en su rincón y del que nadie se preocupa, pueda hacer en secreto unos sondeos con una cuerda vieja y una plomada, y murmurar palabras de aviso que el capitán y los marineros no escuchen por estar demasiado ocupados.
Los amigos son esa parte de la raza humana con la que uno puede ser humano.
La cultura está entre los cuernos de este dilema: si debe ser profunda y exquisita, ha de quedar reducida a pocos. hombres; si debe hacerse popular, tendrá que ser mezquina.
En lo trágico, el sentimiento de compasión, en virtud del cual se aprecia y comparte el sufrimiento, tiene que ser recubierto por muchos placeres estéticos incidentales si el efecto ha de ser bueno en conjunto.
Hemos descubierto en la belleza del material y de la forma la objetivación de ciertos placeres conectados con el proceso de la percepción directa, es decir, con la formación. En el primer caso, de una sensación o una cualidad, y, en el segundo, de una sintesis de sensaciones o cualidades.
Sentir la belleza es algo mejor que comprender cómo llegamos a sentirla. Poseer imaginación y gusto, amar lo óptimo, ser conducido por la contemplación de la naturaleza a una vivida fe en el ideal, todo ello representa más, mucho más, de lo que cualquier ciencia pueda aspirar a ser.
Pienso que las conversaciones de los filósofos son las únicas que merecen la pena escucharse: ellos vienen a ti de hombre a hombre, sobre la base de los hechos diarios de la vida. Eso es lo que hace de Aristóteles el más seguro y sabio de los hombres.
Nuestra adhesión a un jefe natural no es una pérdida de libertad, es el reconocimiento de que nuestras ideas tienen un ejecutor y un intérprete.
La teoría nos ayuda a soportar nuestra ignorancia sobre los hechos.
El arte como la vida debe ser libre, ya que ambos son experimentales.
Sería curioso y tal vez sorprendente descubrir cuánto influye el placer de respirar en nuestros ideales más elevados y trascendentales.
Toda la maquinaria de nuestra inteligencia, nuestras ideas y leyes generales, los objetos fijos y externos, los principios, las personas y los dioses son otras tantas expresiones simbólicas, algebraicas. Representan la experiencia, experiencia que no podemos retener ni seguir de cerca en todos sus pormenores.
El alma humana puede desarrollar su vida ideal, dentro de lo posible, en una unión dinámica con el mundo; y puesto que esta unión implica diferencia, ningún alma necesita siquiera intentar imponer su lenguaje ni sus costumbres a las otras partes de la naturaleza, ni renunciar o negar la originalidad de sus propias ideas y placeres.
Un niño educado sólo en la escuela es un niño sin educación.
La inestabilidad de la psique humana es lo que mantiene el movimiento histórico.
Aquí renuncié a viajar, porque puedo viajar continuamente con el pensamiento a todas las edades y a todos los países y puedo disfrutar el divino privilegio de la ubicuidad sin alejarme del centro de gravedad y de equilibrio que me ha sido concedido.
Dada la actual constitución del hombre, ser conciso es casi poseer la cualidad de inspirado.