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La belleza es una promesa de la posible conformidad entre el alma y la naturaleza.
George Santayana
El sexo no es el objeto único de la pasión sexual. La naturaleza entera es para el hombre un objeto secundario de la pasión sexual; la belleza de la naturaleza se debe en buena medida a este hecho.
Todo el aspecto sentimental de nuestra sensibilidad estética -sin el cual ésta sería perceptiva y matemática más que estética- se debe a nuestra constitución sexual remotamente excitada.
Los sauces inclinados junto a la ciénaga, el gran casco varado y el tronco flotando, ¡Con la vida comenzó el dolor!
El escepticismo, como la castidad, no debe ser abandonado con demasiada facilidad.
La sal, olor a sal del aire espeso del mar, y las piedras redondas que desgastan las mareas, ¿Cuándo vendrá el buen barco?
Sólo dejo el sonido de muchas palabras oídas al azar con ecos burlones. Canté al cielo. El exilio me hizo libre, llevándome de mundo en mundo, desde todos los mundos.
La belleza está constituida por la objetivación del placer. Es placer objetivado.
El hecho de haber nacido es un mal augurio para la inmortalidad.
Un filósofo es un hombre, y su primer y último cuidado debería ser la ordenación de su alma: solamente desde ese centro puede él estudiar el mundo.
Una percepción totalmente simple, en la que no hubiera conciencia de la distinción y relación de las partes, no sería una percepción de una forma; sería una sensación.
Nuestro saber es una tea humeante de pino que alumbra el camino sólo un paso adelante a través de un vacío de misterio y horror.
No pensaré mal de ti por contarme qué es psicológicamente lo que de verdad te ocurre. Sé que en el fondo de las cosas espirituales reina la oscuridad, y que en el fondo de las cosas físicas, la suciedad; pero pienso que es una cosa placentera para algunas pocas personas (y siempre las ha habido) el decirse entre sí tales cosas de un modo decente.
Y entre los oscuros pinos y la orilla plana, - ¡Oh, el viento, y el viento, para siempre! ¿Qué será del hombre?
Nada hay tan pobre y triste como el arte que se interesa en sí mismo y no en su objeto.
El mundo es una perpetua caricatura de sí mismo, en todo momento, es la burla y la contradicción de lo que pretende ser.
Porque cuando nos elevamos del caos, aspiramos a la verdad, la perfección y la sencillez; pero, cuando reflexionamos y nos volvemos hacia dentro, viniendo de arriba, encontramos la tristeza y la desilusión, y el susurro del viento.
Morir es algo espantoso, del mismo modo que nacer es algo ridículo.
La idea de Cristo es mucho más antigua que el cristianismo.
Todo tiempo, mi presente, todo espacio, mi lugar, ni miedo ni esperanza ni envidia vio mi rostro.
La consciencia de la vanidad es un poderoso desinfectante: llena la religión, como llena la vida, de fortaleza, dignidad y benevolencia.
Convertir los sucesos en ideas: tal es la función de la literatura.
La naturaleza no está enferma de amor.
La forma más elevada de vanidad es el amor a la fama.
Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.
Cuando hombres y mujeres se ponen de acuerdo, las conclusiones deben ser las mismas, pero los motivos diferentes.
No hay remedio ni para el nacimiento ni para la muerte. Lo único que nos resta es poder aprovechar el intervalo.
La vida y las pasiones son la base de la razón.
Tal vez la única dignidad verdadera del hombre es su capacidad de despreciarse a sí mismo.
La belleza es un elemento emocional, un placer que es nuestro y, sin embargo, lo consideramos como una cualidad de las cosas.
Todo lo que un hombre emancipado se pregunta es qué objetos le atraen más, y cuáles son los medios para conseguir esos objetos. El hacer bien es saber lo que tú quieres. Ahora, cuando tú no estás satisfecho contigo mismo, es porque tú vas en busca de algo que no quieres.
La belleza es una garantía de la posible conformidad entre el alma y la naturaleza. Y consiguientemente una razón para tener fe en la supremacía del bien.
La sabiduría llega con las desilusiones.
La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.
La moda es algo bárbaro, porque produce la innovación y la imitación sin razón y sin beneficio.
A no ser que la naturaleza humana sufra un cambio inconcebible, el principal valor intelectual y estético de nuestras ideas procederá siempre de la actividad creadora de la imaginación.
Para un hombre que ha cumplido con sus deberes naturales, la muerte es tan natural y bienvenida como el sueño.
No es culpa de la sociedad que la mayoría de los hombres parecen perder su vocación. La mayoría de los hombres no tienen vocación.
La Biblia es literatura, no dogma.
Cuando el hilo dorado del placer se entrelaza con esa trama de cosas que nuestra inteligencia está siempre tejiendo laboriosamente, otorga al mundo visible ese encanto misterioso y sutil que llamamos belleza.