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El progreso tecnológico se permite solo cuando sus productos pueden aplicarse de algún modo a disminuir la libertad humana.
George Orwell
El resultado de predicar doctrinas totalitarias es debilitar el instinto por medio del cual los pueblos libres saben lo que es o no es peligroso.
Si había esperanzas, estaba en los proles. Esta era la idea escencial. Decirlo, sonaba a cosa razonable, pero al mirar aquellos pobre seres humanos, se convertía en una acto de fe.
Si quien controla el pasado, controla el futuro, ¿Quien controla el presente, controla el pasado?
No habrá risa; no habrá arte; ni literatura ni ciencia; sólo habrá ambición de poder, cada día de una manera más sutil.
Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír.
Volvió a aflojársele el interés. Bebió más Ginebra.
Un piojo es un piojo y una bomba es una bomba, incluso si uno pelea por una causa justa.
La guerra es la guerra. El único ser humano bueno es el que ha muerto.
Por lo general, los seres humanos quieren ser buenos, pero no demasiado buenos, y no todo el tiempo.
Hemos caído tan bajo que la reformulación de lo obvio es la primera obligación de un hombre inteligente.
Toda la propaganda de guerra, todos los gritos y mentiras y odio, provienen invariablemente de gente que no está peleando.
Los seres humanos se comportan como seres humanos y no como engranajes en la máquina capitalista.
De forma individual, ningún miembro del Partido posee nada, salvo algunas pertenencias personales. De manera colectiva, el Partido lo posee todo.
Nadie instaura una dictadura para salvaguardar una revolución, sino que la revolución se hace para instaurar una dictadura.
Es imposible fundar una civilización sobre el miedo, el odio y la crueldad. No perduraría.
La gente suele olvidar que, cerca del frente, un soldado está por lo común demasiado hambriento, asustado o muerto de frío, o sobre todo demasiado cansado para preocuparse de las causas políticas de la guerra.
La verdadera felicidad, decía, radica en trabajar duro y vivir frugalmente.
Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca.
Por primera vez me asaltó una vaga duda sobre aquella guerra en la que, hasta entonces, lo que era justo e injusto me había parecido maravillosamente simple.
Nada cambiaría mientras el poder siguiera en manos de una minoría privilegiada.
La cordura no depende de las estadísticas.
El partido quiere tener el poder por amor al poder mismo.
Si quieres hacerte una idea de cómo será el futuro, imagina una bota aplastando un rostro humano incesantemente.
Desde donde estaba Winston podían leerse, labrados con elegante caligrafía en la fachada blanca, los tres eslóganes del Partido: La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza.
En otras palabras, defender la democracia implica destruir la independencia de pensamiento.
Hasta que no tomen conciencia no se rebelarán, y sin rebelarse no podrán tomar conciencia.
El instinto animal; el simple e indiferenciado deseo. Ésa era la fuerza que destruiría el partido.
Recuerdo haberle dicho alguna vez a Arthur Koestler que "la historia se detuvo en 1936", ante lo cual él asintió, comprendiendo inmediatamente.
El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo.
¿Cómo iba a comunicarse con el futuro? Era por naturalezaimposible. O bien el futuro se parecería al presente, en cuyo caso nadie le haría ningún caso, o sería diferente y sus problemas carecerían de sentido.
Aquellos que toman la espada perecen por la espada, y los que no, mueren de enfermedades apestosas.
No se puede ser católico y mayor de edad.
Recientemente redacté una lista de atrocidades cometidas durante el período que va de 1918 al presente: no ha habido ningún año en que no se haya cometido una atrocidad en un lugar u otro, y es difícil dar con un caso en que la derecha y la izquierda dieran crédito a la misma historia.
Cada año habrá menos palabras, así el radio de acción de la conciencia será cada vez más pequeño.
Yo no querría ver a la URSS destruida y pienso que hay que defenderla si es necesario. Pero quiero que la gente se desilusione de ella y comprenda que debe construir su propio movimiento socialista sin las injerencias rusas.
Antaño hubo muchas veces escenas de matanzas igualmente terribles, pero a todos le parecía mucho peor la de ahora, por haber sucedido entre ellos mismos.
La pura verdad sobre la guerra es más simple: la burguesía española vio la ocasión de aplastar el movimiento obrero y la aprovechó, con ayuda de los nazis y de las fuerzas reaccionarias del mundo entero. Dudo que algo distinto pueda sacarse en claro jamás.
El poder no es un medio, Wiston. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. El objetivo del poder es el poder.
Por lo que respecta a las masas, los extraordinarios cambios de opinión que ocurren a cada instante, las emociones que pueden abrirse y cerrarse como un grifo, son el resultado de la hipnosis a la que las someten los periódicos y la radio.