Imágenes
Nunca he querido ser boxeador. He empezado cuando estaba en una situación de pobreza. Mi madre era la única que estaba a cargo de toda la familia, mi padre se había marchado antes. Siempre tenía hambre. Nunca tenía suficiente para comer. Por la tarde lo que hacía era boxear, no era muy bueno, pero cerraba los ojos y luego los abría y el tío estaba en el suelo.
George Foreman
El boxeo es una aventura tremenda.
Eso es lo que no tiene igual, la noche del combate, cuando subes al cuadrilátero. Yo tengo la sensación de que me van a matar, que me van a tumbar, pero a la vez estoy lleno de fuerza y pienso que puedo ganar. Es algo inigualable.
Cuando un rival te da un gancho y te abre el ojo y no le puedes ni ver, piensas: esta es la última vez. Pero después ganas, gozas de la victoria y es cuando te dices: una vez más.
Claro que la pelea ha sido fijada. La he fijado yo con mi mano derecha.
En el boxeo, como en cualquier deporte y en la vida, lo importante es desarrollarte. El deporte es importante, pero la imagen que yo quiero dejar a los niños es la de saber enfrentarse a la vida. Ganar o perder forma parte del deporte.
Si quieres tener amigos, si quieres estar enamorado, si quieres querer a las personas, hay que saber perdonar.