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La obediencia simula subordinación, lo mismo que el miedo a la policía simula honradez.
George Bernard Shaw
Dichoso es aquel que mantiene una profesión que coincide con su afición.
Toda una vida de felicidad sería un infierno en la tierra.
Es muy fácil ser respetable cuando no se tiene oportunidad de ser otra cosa.
La gente a la que le va bien en la vida es la gente que va en busca de las circunstancias que quiere, y si no las encuentra, se las hace, se las fabrica.
Es fácil, terriblemente fácil, hacer tambalear la confianza de un hombre en sí mismo. Aprovecharse de esta ventaja para conmover el espíritu de una persona es una labor diabólica.
No importa cómo muere un hombre. Lo que importa es cómo vivió.
No hay ninguna satisfacción en ahorcar a un hombre que no se oponga a ello.
Las epidemias han tenido más influencia que los gobiernos en el devenir de nuestra historia.
Lo que realmente halaga a una persona es el considerarla digna de adulación.
Cuando leas una biografía, ten presente que la verdad nunca es publicable.
Cuando Dios creó al Mundo, vio que era bueno. ¿Qué dirá ahora?
Cuando un hombre quiere matar a un tigre, lo llama deporte; cuando es el tigre quien quiere matarle a él, lo llama ferocidad.
Me temo que debemos hacer honesto el mundo antes de poder decir honestamente a nuestros hijos que la honestidad es la mejor política.
Ten cuidado con el hombre cuyo Dios está en los cielos.
Una mujer nunca debe casarse con el hombre de quien está enamorada, porque haría de ella una perfecta esclava.
Las modas no son, después de todo, sino epidemias inducidas.
El crimen no es más que el pormenor de lo que es, al por mayor, la ley penal.
El hecho de que un creyente pueda ser más feliz que un escéptico es tan cierto como decir que el borracho es más feliz que el hombre sobrio.
La satisfacción es la muerte.
No hay beso que no sea principio de despedida; incluso el de llegada.
El peor pecado para con nuestras criaturas amigas, no es el odiarlas, sino ser indiferentes con ellas, esa es la esencia de la inhumanidad.
La juventud es una enfermedad que se cura con los años.
El problema de las mujeres es casarse cuanto antes, y el de los hombres permanecer solteros tanto como puedan.
Dad al hombre salud y metas a alcanzar y no se detendrá a pensar sobre si es o no feliz.
Una coqueta es una mujer que despierta pasiones que no tiene el propósito de gratificar.
La justicia estriba en la imparcialidad, y sólo pueden ser imparciales los extraños.
El norteamericano blanco relega al negro a la condición de limpiabotas y deduce de ello que sólo sirve para limpiar botas.
En este mundo, cuando alguien tiene algo que decir, la dificultad no está en conseguir que lo diga, sino que lo repita a menudo.
Dos tragedias hay en la vida: una es no conseguir lo que el corazón desea, la otra es conseguirlo.
Aunque toda sociedad está basada en la intolerancia, todo progreso estriba en la tolerancia.
¡Mucho cuidado con el hombre que no os devuelve la bofetada!
El odio es la venganza del cobarde por haber sido intimidado.
Aunque soy hombre de letras, no debéis suponer que no haya intentado ganarme la vida honradamente.
He realizado observaciones y experimentos en el espacioso laboratorio del mundo con una maravillosa máquina portátil perfectamente ajustada en mi cabeza.
Las opiniones se convierten en cosas de cuidado cuando a los hombres les da por obrar según ellas.
El hombre que escribe sobre sí mismo y sobre su tiempo es el único que escribe sobre todo el mundo y sobre todas las épocas.
No hay secreto mejor guardado que aquel que todos conocen.
El soldado es un anacronismo del que debemos librarnos,.
Un hombre de mi intensidad espiritual no come cadáveres.