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Estoy peleándola con... ¡Youznhy! Me quiero ir a mi casa, ¿que hago acá, sufriendo con este tipo?, ¿con el sentido de qué? de ganar 20.000 pesos mas.
Gastón Gaudio
No creo que gane acá nunca más. (Al quedar eliminado en París).
Así como antes no era un genio, ahora no soy un boludo. Estoy mal, muy mal, no tengo nada de confianza y lo único que puede hacerme mejorar es un milagro.
Que terrible que es la vida.
Que mal que la estoy pasando!!!
¿Voy a ser bueno a los 28 años acá?
¡Por qué no me voy y dejo de hacer papelones acá adentro!
¿El deporte que más odio? A veces el tenis.
Me matas cuando haces esa carita.
El problema no es el pasto, ni nada. El problema es que no quiero jugar más.
Los mismos que me puteaban hoy son los que me gritaban genio hace dos años. Así como cuando antes no era un genio, ahora no soy un boludo.
¡A mí no me tendrían que dejar entrar más acá! ¡Es una vergüenza que me dejen jugar!
Que carajo hago acá?? Me quiero ir a mi casa...
Me dan ganas de dejar el tenis, cada vez que juego me lleno de frustraciones y por más que entreno y entreno, las cosas no me salen y pienso que no me van a salir nunca más.
Ya a esta altura de mi carrera no creo que vaya a jugar mucho mejor sobre el pasto ni tampoco pretendo hacerlo, nunca me voy a adaptar a esta superficie Wimbledon 2006
Me daba vergüenza. Gané un punto pegándole con no sé qué de la raqueta y me tenté. No podía parar, la gente se reía de mí, ¿viste?
Que buen nivel Gasty, esto es tenis, bien!
No podés ser tan choto sacando.
Le agradezco a González que me haya dejado ganar. Esta era una espina que tenía clavada.
Que bien Rafa, ¡que puntazo! ¡sos el más grande!
Soy un tipo muy negativo, demasiado autoexigente, hipersensible. Y todas esas cosas hicieron que el tenis haya sido para mí siempre dolor y sufrimiento.
Olvidate, no hubo partido. Me dio una clase y chau, no puedo decir nada mas.
Toda la vida jugando al tenis y no mejore ni un poco!
¿A quien le quiero mentir?, si soy un hijo de p...
Es una vergüenza que me dejen entrar acá En Wimbledon 2006.
No se qué me pasa. Estoy jugando con una raqueta de este pelotudo que me la encuerda como el orto.
Aquella vez, en París, cuando llegué al vestuario, me felicitaba todo el mundo, y lo primero que pensé fue: debo ser el peor campeón de Roland Garros de la historia.