Imágenes
Te llamas Rosa y yo Esperanza, pero tu nombre olvidarás, porque seremos una danza en la colina y nada más.
Gabriela Mistral
Tengo un día. Si lo sé aprovechar, tengo un tesoro.
Porque mi amor no es sólo esta gavilla reacia y fatigada de mi cuerpo, que tiembla entera al roce del cilicio y que se me rezaga en todo vuelo. Es lo que está en el beso, y no es el labio lo que rompe la voz, y no es el pecho: ¡es un viento de Dios, que pasa hendiéndome el gajo de las carnes, volandero!
Dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás. Como una sola flor seremos, como una flor, y nada más.
Quiero volver a tierras niñas; llévenme a un blando país de aguas. En grandes pastos envejezca y haga al río fábula y fábula.
Lo que el alma hace por su cuerpo es lo que el artista hace por su pueblo.
El mismo verso cantaremos, al mismo paso bailarás. Como una espiga ondularemos, como una espiga, y nada más.
Su sonrisa fue un modo de llorar con bondad.
Yo te miro, yo te miro sin cansarme de mirar y que lindo niño veo a tus ojos asomar.
La guerra es para distraernos de lo bueno.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino.
Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son besos míos inventados por mí, para tu boca.
Tu entraña fuese y sería quemada en marchas tuyas que nunca más oigo, ¡y en tu pasión que retumba en la noche, como demencia de mares solos!.
Escóndeme que el mundo no me adivine. Escóndeme como el tronco su resina, y que yo te perfume en la sombra, como la gota de goma, y que te suavice con ella, y los demás no sepan de dónde viene tu dulzura.
Hay besos que en los labios dejan huellas como un campo de sol entre dos hielos.
Tener patria es un regalo al que tarde en tarde hay que corresponder.
El mundo cambia en un instante y nacemos en un dia.
El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde.
Felices los que eligen, los que aceptan ser elegidos.
Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy.
Hay países que yo recuerdo como recuerdo mis infancias. Son países de mar o río, de pastales, de vegas y aguas.
Doña Primavera de aliento fecundo, se ríe de todas las penas del mundo.
Vuélveme tu suspiro, y subiré y bajaré de tu pecho, me enredaré en tu corazón, saldré al aire para volver a entrar. Y estaré en este juego toda la vida.
Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo hasta al dormir. No resbales de mi brazo: ¡duérmete apegado a mí!
Creo en mi corazón, el que yo exprimo para teñir el lienzo de la vida.
Creo en mi corazón, ramo de aromas que mi Señor como una fronda agita, perfumando de amor toda la vida y haciéndola bendita.
Las cosas de la vida siguen su rumbo pero no te dejes llevar por su destino.
Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria.
Creo en mi corazón, siempre pero nunca vaciado.
No digas lo que piensas, pero piensa lo que dices.
¡Ay, qué amante es la rosa y qué amada la espina!
Nosotros somos culpables de muchos errores y muchas faltas, pero nuestro peor crimen es el abandono de los niños negándoles la fuente de la vida.
La educación es, tal vez, la forma más alta de buscar a Dios.
En vano se echa la red ante los ojos de los que tienen alas.
Hay sonrisas que no son de felicidad, sino de un modo de llorar con bondad.
En costa lejana y en mar de Pasión, dijimos adioses sin decir adiós.
El mundo fue más hermoso desde que me hiciste aliada, cuando junto de un espino nos quedamos sin palabras ¡y el amor como el espino nos traspasó de fragancia!.
Doña Primavera viste que es primor, viste en limonero y en naranjo en flor.
Recordar un buen momento es sentirse feliz de nuevo.
La experiencia es un billete de lotería comprado después del sorteo.