Imágenes
Era -la dama- toda de elegancias, en su vocecita, en sus mohines, en sus miradas y actitudes, como si su cuerpo, sus pensamientos, su habla y su corazón fuesen también obra de su modisto.
Gabriel Miró
Por ruin que haya sido el pecado, son más ruines los que con él se gozan.
¿Ha pensado usted alguna vez en lo angustioso y aborrecible que es un trabajo forzado, rudo, sintiéndose el alma desgraciada y desamparada; un trabajo sin la frescura, sin el alivioreposo del hogar?
¡Si vuelvo la mirada melancólicamente a la niñez, es porque tenía madre! Es eso, es nada más que eso ser niño: tener padres; ser completamente hijo...