Imágenes
Dejando a un lado unos cuantos escépticos, prototipos de decencia en la historia de la filosofía, los demás no tienen la más leve concepción de la integridad intelectual.
Friedrich Nietzsche
El hombre, el más valeroso de los animales y el más habituado al sufrimiento, no repudía el sufrimiento en sí; lo quiere y hasta lo busca a condición de poder encontrarle un sentido, un objeto.
Hay un instinto de rango que ya de por sí es elevado.
No me caigo bien a mí mismo, dijo alguien para explicar su propensión a la sociedad. El estómago de la sociedad es más sólido que el mío, me aguanta.
La educación superior no corresponde más que a las excepciones: hay que ser privilegiado para tener derecho a privilegio tan precioso.
El genio está condicionado por un aire seco, por un cielo puro, por un metabolismo rápido, por la capacidad de aprovisionar grandes cantidades de fuerza.
La demencia es algo raro en los individuos, pero en los grupos, los partidos, los pueblos, las épocas constituye la regla.
Y mi noción del conocimiento es: elevar toda profundidad hacia mi altura.
Quien quiera hacerse niño tiene que superar también su juventud.
Somos, por nuestro destino, seres ilógicos, y por lo mismo injustos, y, sin embargo, no podemos reconocerlo. Tal es una de las mayores y más irresolubles inarmonías del universo.
Oh, esos pobres pícaros que están en las grandes ciudades de la política mundial, hombres jóvenes, dotados, torturados por la ambición, que consideran su deber decir su palabra acerca de todos los sucesos... ¡Y siempre sucede algo!
No había aprendido aún a reír y a gozar de la belleza.
El concepto de culpa y de castigo, incluida la doctrina de la gracia, de la redención, del perdón -mentiras completas, carentes de toda realidad psicológica- todo eso ha sido inventado para destruir el sentido de las causas en el hombre: ¡son el atentado contra el concepto causa y efecto.!
Suspirar por una fe sólida no es la prueba de un convencimiento sólido, sino todo lo contario. El hombre que tiene una fe verdaderamente fuerte puede permitirse el lujo del esceptisismo.
¡En la silla del papa no estaban ya sentados la vieja corrupción, el peccatum originale, el cristianismo! ¡Sino la vida! ¡Sino el triunfo de la vida! ¡Sino el gran sí a todas las cosas elevadas, bellas, temerarias!... Y Lutero restauró de nuevo la Iglesia: la atacó...
Prefiero unos pocos allegados a las malas compañías; pero deben saber ir y venir oportunamente.
Entre los particulares la locura es poco frecuente, entre los grupos, partidos, pueblos y épocas, la regla.
Yo soy el primer inmoralista.
El juicio de lo bello del hombre es producto de la vanidad que posee como especie.
Le gusta al frió monstruo entrar en calor al sol de las conciencias limpias.
Ebrio placer es, para quien sufre, apartar la vista de su sufrimiento y perderse a sí mismo.
Reí de buena gana, mientras me temblaban las piernas y también el corazón.
El budismo es una religión para hombres tardíos.
Pero incluso cuando llora hace reír.
La maldad no tiene por fin esencialmente el sufrimiento del otro, sino su propio gozo, bajo la forma, por ejemplo, de un sentimiento de venganza o de una fuerte excitación nerviosa.
Estoy demasiado enardecido y abrasado por pensamientos propios, a tal punto que muchas veces me siento sofocado.
Uno pierde fuerza cuando compadece.
El que apetezca la gloria debe despedirse a tiempo del honor y dominar el difícil arte de irse en el momento oportuno.
Amo a los que no saben vivir sino encaminados al hundimiento; pues son los únicos que cruzan el abismo.
A la metafísica se la puede llamar la ciencia que trata de los errores del hombre como si fueran verdades fundamentales.
¿Quién sabe si yo deseo ser leído hoy?
La felicidad del hombre tiene por nombre yo quiero.
La iglesia creó miserias para toda la eternidad porque vive de miserias.
El hombre parece tener más carácter cuando sigue su temperamento que cuando sigue sus principios.
La sencillez y naturalidad son el supremo y último fin de la cultura.
El sacerdote conoce únicamente un peligro grande: ese peligro es la ciencia.
... el sacerdote es un devorador de beefsteak ("bistec"), el sacerdote había formulado de una vez por todas qué es lo que él quiere tener, qué es la voluntad de Dios.
Nada os pertenece en propiedad más que vuestros sueños.
... sólo la práctica cristiana, una vida tal como la vivió el que murió en la cruz, es cristiana. Todavía hoy esa vida es posible, para ciertos hombres es incluso necesaria: el cristianismo auténtico, el originario, será posible en todos los tiempos...
Nuestro destino ejerce su influencia sobre nosotros incluso cuanto todavía no hemos aprendido su naturaleza; nuestro futuro dicta las leyes de nuestra actualidad.