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Hay siempre un poco de locura en el amor. Más también hay siempre un poco de razón en la locura.
Friedrich Nietzsche
Amo al que no retiene para si una gota de espíritu.
Hay cuestiones en las que no le corresponde al hombre decidir sobre la verdad y la no-verdad: todas las cuestiones más altas, todos los problemas supremos del valor están más allá de la razón humana.
Locura le llamó a esto; la excepción se convertiría para él en la regla.
El que yo tenga cariño, y muchas veces demasiado cariño, a la sabiduría, obedece al hecho de que me recuerda a la vida. Tiene ella el mismo mirar, la misma risa. ¿Qué culpa tengo yo de que las dos se parezcan tanto?
Nosotros negamos a Dios en cuanto Dios...
Con lucha ha habido que conquistar todo avance en la verdad...
En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón.
Los genios son una materia explosiva en la que se halla acumulada una cantidad inmensa de potencia. Se deben a que durante largos siglos ha ido reuniéndose y atesorándose la energía para su uso sin que tuviera lugar ninguna explosión.
Detrás de tus pensamientos y sentimientos, hermano mío, se encuentra un soberano poderoso, un sabio desconocido - llámase sí-mismo. En tu cuerpo habita, es tu cuerpo.
El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.
La inmortalidad, concedida a todo Pedro y a todo Pablo, ha sido hasta ahora el atentado máximo contra la humanidad aristocrática, el atentado más maligno.
Lo que yo he elaborado ningún hombre lo ha elaborado antes, ni ninguno elaborará después de mí, con una responsabilidad para con todos los siglos que me siguen.
La buena memoria a veces es un obstáculo al buen pensamiento.
Aparece a veces sobre la tierra una especie de continuación del amor en que aquel ávido deseo que experimentan dos personas, una hacia otra, deja lugar a un nuevo deseo, a una ansia nueva, a una sed común, superior, de un ideal colocado por encima de ellos, mas, ¿quién conoce ese amor? ¿Quién lo ha sentido? Su verdadero nombre es amistad.
Yo llamo mentira a no querer ver algo que se ve.
No pocas veces ya he dicho adiós; conozco las horas desgarradoras de la despedida.
El sufrimiento mismo se hace contagioso por la compasión.
Y sólo si se aparta de sí mismo saltará su propia sombra.
El hombre es algo que debe ser superado.
Bueno es cualquier estilo que comunica realmente un estado interno, que no se equivoca en los signos, en el ritmo de los signos, en los gestos.
Las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad. Pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen al mundo.
El que ha perdido el respeto de sí mismo no sabe ya mandar ni conducir.
El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.
La desobediencia a Dios, es decir, al sacerdote, a la ley, recibe ahora el nombre de pecado;...
Al hombre le ocurre lo mismo que al árbol. Cuanto más quiere elevarse hacia la altura y hacia la luz, tanto más fuertemente tienden sus raíces hacia la tierra, hacia abajo, hacia lo oscuro, lo profundo - hacia el mal.
Mirad a esos superfluos, se hacen ricos y sin embargo empobrecen.
El valor de una cosa consiste en lo que se haga por obtenerla.
Si alguna vez deseasteis todo otra vez, todo eterno, todo entrelazado, trabado, entretejido por el amor, entonces amasteis el mundo.
Al hombre de conocimiento le disgusta bajar al agua de la verdad no cuando está sucia, sino cuando no es profunda.
El diablo mira con envidia a quien sufre mucho y lo expulsa al cielo.
En verdad, quien poco posee, tanto menos es poseído: ¡alabada sea la pequeña pobreza!
Las lamentaciones no valen nada, proceden de la debilidad.
Contra el aburrimiento luchan en vano incluso los dioses.
Artículo tercero. - El lugar maldito en que el cristianismo ha incubado sus huevos de basilisco será arrasado, y, como lugar infame de la tierra, constituirá el terror de toda la posteridad. En él se criarán serpientes venenosas.
El hombre quiere que la mujer sea pacífica; pero en realidad es esencialmente belicosa, como el gato.
Todos los innovadores de espíritu, llevan en la frente por algún tiempo a señal pálida y fatal del chandala, porque ellos mismos sienten el terrible abismo que les separa de todo lo tradicional y venerado.
El matrimonio acaba muchas locuras cortas con una larga estupidez.
El último cristiano murió en la cruz.
La existencia del superhombre comienza y concluye en el amor a nuestro destino, aceptación de uno mismo, convertido este destino en libertad por aceptación del propio destino.