Imágenes
Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas.
Friedrich Nietzsche
El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.
El bailarín tiene los oídos en las puntas de los pies.
Yo odio a los lectores ociosos.
(De la escuela bélica de la vida) Lo que no me mata me fortalece.
El sentimiento de lo trágico aumenta y disminuye con la sensualidad.
Son inocentes, aun en su malicia.
El espíritu puro es la mentira pura...
... el pequeño movimiento rebelde bautizado con el nombre de Jesús de Nazaret es el instinto judío una vez más.
Bajo la magia de lo dionisíaco no sólo se renueva la alianza entre los seres humanos: también la naturaleza enajenada, hostil o subyugada celebra su fiesta de reconciliación con su hijo perdido, el hombre.
Las calumnias son enfermedades de los demás que se declaran en nuestro cuerpo.
Toda sana moral, está dominada por el instinto de la vida.
Fue durante los años de más baja vitalidad cuando cesé de ser pesimista.
Sólo hasta un cierto grado la propiedad hace al hombre más independiente y libre; pero en un grado más la propiedad se convierte en amo y el propietario en esclavo.
Pues mi noción de la justicia es ésta: los hombres no son iguales.
La mentira del orden moral del mundo invadió todo el mundo.
El pensamiento del suicidio es un poderoso medio de consuelo: con él se logra soportar más de una mala noche.
Abundan en la tierra los superfluos.
Cuando tengo cerca a un alemán se me retrasa la digestión.
La igualdad hace disminuir la felicidad del individuo, pero abre la vía para la ausencia de dolor de todos. Al final de la meta estaría ciertamente la ausencia de dolor, pero también la ausencia de felicidad.
Vosotros miráis hacia arriba cuando ansias elevaros; yo miro hacia abajo, pues estoy elevado.
Nietzsche pretende que lleguemos a comprenderle a él, pero sólo a través de la comprensión de nosotros mismos.
Sino lo que es necio ante el mundo lo ha elegido Dios para deshonrar a los sabios; y lo que es débil ante el mundo lo ha elegido Dios para deshonrar a lo fuerte. Y lo innoble ante el mundo y lo despreciado lo ha elegido Dios, y lo que es nada, para aniquilar a lo que es algo.
Cómo se quiere que muera a tiempo quien nunca ha vivido a tiempo.
Lo futuro y más lejano ha de ser la razón de ser de tu hoy.
Todo lo imperecedero es mera alegoría. Y los poetas mienten demasiado.
Predica la fe hasta que tú mismo la obtengas, y luego la predicarás porque ya la posees.
Es de noche; sólo ahora despiertan todas las canciones de los amantes.
La cultura y el Estado -no nos engañemos sobre esto- son rivales: el Estado de cultura no pasa de ser una idea moderna. Lo uno vive de lo otro, lo uno prospera a costa de lo otro. Todas las épocas grandes de la cultura son épocas de decadencia política: lo que es grande en el sentido de la cultura ha sido apolítico, incluso antipolítico.
Las intenciones morales (o inmorales) han constituido en toda filosofía el auténtico germen vital del que ha brotado siempre la planta entera.
Yo necesito compañeros, pero compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde vaya.
El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme.
Todo hombre superior tiende instintivamente a buscar un nido donde estar al abrigo del vulgo, donde poder olvidar la regla hombre para sentirse a si mismo como una excepción.
Siempre habíais sido lo más caro a mi corazón, mi posesión y mi obsesión; por eso tuvisteis que morir prematuramente.
He ido en pos de lo vivo por los caminos más anchos y más angostos, para dilucidar su naturaleza.
La vulgaridad de muchas naturalezas se manifiesta como agua corrompida cuando una gran reliquia pasa cerca.
Demasiado tiempo me debatí en la añoranza, con la mirada clavada en la lejanía, demasiado tiempo permanecí en la soledad, así que ya no se callar.
La tierra tiene una piel, y esa piel tiene enfermedades. Una de esas enfermedades se llama hombre.
El cristiano tiene necesidad de la enfermedad, más o menos como los griegos tienen necesidad de un exceso de salud, - poner-enfermo al hombre es la verdadera intención oculta de todo el sistema de procedimientos salutíferos de la Iglesia. Y la Iglesia misma- ¿no es ella el manicomio católico como último ideal?-
Lo esencial de la embriaguez es el sentimiento de fuerza y de plenitud. Bajo esta influencia nos abandonamos a las cosas y las obligamos a tomar algo de nosotros mismos.