Imágenes
Es bien sabido que la ciencia y el nacionalismo son cosas que se contradicen, aunque los monederos falsos de la política nieguen ocasionalmente ese saber: pero también llegará ¡por fin! El día en que se comprenderá que sólo para su daño puede ahora toda cultura superior seguir cercada por vallas nacionales.
Friedrich Nietzsche
Cuando nos transformamos radicalmente, nuestros amigos, los que no se han transformado, se convierten en los fantasmas de nuestro propio pasado; su voz resuena en nuestros oídos como si viniera de la región de las sombras, como si nos oyésemos a nosotros mismos, más jóvenes, pero más duros y menos maduros.
La cosa que mejor hacemos, desearía nuestra vanidad hacerla pasar por la más difícil. Esto puede explicar el origen de muchas morales.
Savonarola, Lutero, Rousseau, Robespierre, Saint-Simon-, el tipo antitético del espíritu fuerte, el cual ha llegado a ser libre.
A cada alma le pertenece un mundo distinto: para cada alma, cualquier otra es un trasmundo.
Y he de aprender aún a acercarme a ti con mayor modestia; demasiado impetuoso va aún hacia ti mi corazón.
Quien siempre da corre peligro de perder la vergüenza.
Vuestra virtud es vuestro propio ser, y no nada ajeno a vosotros; es piel y disfraz.
La verdad no es algo que uno posea y otro no posea:...
Guerra a muerte contra el vicio: el vicio es el cristianismo.
Cómo podrías renacer sin antes haber quedado reducido a ceniza.
Toda gran filosofía es la confesión de su creador y una especie de autobiografía involuntaria e inconsciente.
Nada es menos sano, en medio de nuestra nada sana modernidad, que la compasión cristiana.
Los remordimientos llevan al hombre a morder.
En última instancia lo que amamos es nuestro deseo, no lo deseado.
Un espíritu que quiere cosas grandes, que quiere también los medios para conseguirlas, es necesariamente un escéptico. El estar libre de toda especie de convicciones, el poder-mirar-libremente, forma parte de la fortaleza...
Todavía su conocimiento no ha aprendido a sonreír.
Si no se termina con el cristianismo, culpables de ello serán los alemanes.
La Reforma; Leibnitz; Kant y la llamada filosofía alemana; la guerras de liberación; el Reich - cada vez, un en vano de algo que estaba ya allí, de algo irrecobrable... Son mis enemigos, lo confieso, esos alemanes:...
Casi todo político tiene tanta necesidad, en determinadas circunstancias, de un hombre honesto, que, cual si fuera un lobo hambriento, irrumpe en el redil; mas no para devorar el cordero robado, sino para ocultarse tras su lanoso lomo.
... todos los profetas han hablado de su redentor...
Éstos no se llaman a sí mismos lo débiles, se llaman los buenos.
La envidia silenciosa crece en el silencio.
El hombre no puede saber de por sí qué es bueno y qué es malvado, por ello Dios le ha enseñado su voluntad... Moraleja: el sacerdote no miente.
La espiritualización de la sensualidad se llama amor.
Los alemanes no tienen ni idea de lo vulgares que son.
Apenas si me vino ella más que como un abrir y cerrar de ojos divinos, como instante.
... el sacerdote domina merced al invento del pecado.
Artículo cuarto. - La predicación de la castidad es una incitación publica a la contranaturaleza. Todo desprecio de la vida sexual, toda impurificación de la misma con el concepto de impuro es el autentico pecado contra el espíritu santo de la vida.
Algo vivo quiere, antes que nada, dar libre curso a su fuerza - la vida misma es voluntad de poder.
Es de noche. Ahora se eleva más alta la voz de los surtidores, y mi alma es también un surtidor.
Siempre es consolador pensar en el suicidio: de este modo se puede sobrellevar más de una mala noche.
Un hombre dice: A juzgar por el efecto que a mí me ha causado, este libro es dañino. Dejadle esperar y puede que un día confiese que le hizo un gran servicio al descubrirle una enfermedad oculta de su alma.
... considerado de modo relativo, el hombre es el menos logrado de los animales, el más enfermizo, el más peligrosamente desviado de sus instintos - ¡desde luego, con todo esto, también, el más interesante!.
Símbolos son todos los nombres del bien y del mal; no expresan, tan sólo insinúan.
Como origen del bien en el mal, como origen de los fines en el azar.
Quizá puedan referirse todos los instintos morales al querer tener y al querer conservar.
En el amor se soportan más cosas que en cualquier otra situación, se tolera todo.
Nada hay tan grato sobre la tierra como una voluntad sublime y fuerte.
Durante el sueño, el hombre, en las épocas de civilización y rudimentaria, aprende a conocer un segundo mundo real; tal es el origen de toda metafísica.