Imágenes
El hombre es un dios cuando sueña, un pordiosero cuando reflexiona.
Friedrich Hölderlin
Allí donde está el dolor, está también lo que lo salva.
Únicamente creen en lo divino aquellos que también lo son.
No hay nada que pueda crecer y perecer tan profundamente como el hombre.
¡Ah! La muchedumbre prefiere lo que se cotiza, las almas serviles sólo respetan lo violento.
La poesía es la más inocente de todas las ocupaciones.
¿Queríamos separarnos? ¿Era lo justo y lo sabio? ¿Por qué nos asustaría la decisión como si fuéramos a cometer un crimen?
¿Qué es todo lo que los hombres han hecho y pensado lo largo de miles de años, en comparación con un momento de amor?
El hombre se enciende como hierba seca.
Donde hay peligro, florece también lo que salva.
Difícil cosa es soportar la desgracia, pero mucho más difícil soportar la felicidad.
¿No es más bella la vida de mi corazón desde que amo?
¿Qué es la sabiduría de un libro en comparación con la sabiduría de un ángel?
Dadme un estío más, oh poderosas, y un otoño, que avive mis canciones, y así, mi corazón, del dulce juego saciado, morirá gustosamente.
Deberías estudiar filosofía aunque no tuvieras más dinero que el que hace falta para comprar una lámpara y aceite, ni más tiempo del que va desde la medianoche hasta el canto de gallo.
El lenguaje es el bien más precioso y a la vez el más peligroso que se ha dado al hombre.
Vacilan y caen los hombres sufrientes, ciegos, de una hora en la otra, como aguas de roca en roca lanzados, eternamente, hacia lo incierto.
Llamo al destino para que me devuelva mi alma.
Las olas del corazón no estallarían en tan bellas espumas ni se convertirían en espíritu si no chocaran con el destino, esa vieja roca muda.