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No hay escapatoria... Pagamos por la violencia de nuestros antepasados.
Frank Herbert
Mi padre me dijo en una ocasión que el respeto por la verdad es casi el fundamento de toda moral.
No hay ningún secreto en el equilibrio. Lo único que necesitas es sentir las olas.
Si deseas la inmortalidad, niega la forma. Todo cuanto posee forma, posee mortalidad. Más allá de la forma se encuentra lo informe, lo inmortal.
El concepto de progreso actúa como un mecanismo de protección destinado a defendernos de los terrores del futuro.
Todos los estados son abstracciones.
Las leyes supresoras tienden a fortalecer lo que prohíben. Este es el punto preciso sobre el cual todos los legalistas de nuestra historia han basado su seguridad en el trabajo.
En las profundidades de nuestro inconsciente hay una obsesiva necesidad de un universo lógico y coherente. Pero el universo real se halla siempre un paso más allá de la lógica.
Los imperios no sufren de falta de finalidad en el momento de su creación. Es luego cuando se produce ésta, cuando ya están establecidos y sus objetivos iniciales son olvidados y reemplazados por vagos rituales.
Una buena causa no hace que la guerra sea justa.
Cada experiencia lleva en sí misma su lección.
Los tres pilares del trípode del consentimiento son el deseo, los datos y la duda. La eficiencia y la honestidad tienen muy poco que ver con ello. El deseo reúne a los participantes, los datos establecen los límites de su diálogo. La duda enmarca las preguntas.
Todos los seres humanos son propensos al error, y todos los líderes son seres humanos.
Para conocer bien una cosa, debes conocer sus límites. Tan sólo cuando es llevada más allá de su tolerancia puede ser vista su auténtica naturaleza.
Los corazones de todos los hombres moran en la misma soledad.
Cada civilización debe contender con una fuerza inconsciente que puede anular, desviar o revocar casi cualquier intención consciente de la colectividad.
¡Cuántas veces el hombre encolerizado niega rabiosamente aquello que le dice su conciencia!
El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Solo estaré yo.
Saber demasiado nunca simplifica las decisiones.
La burocracia destruye la iniciativa. Hay pocas cosas que los burócratas odien más que la innovación, especialmente la innovación que produce mejores resultados que las viejas rutinas.
Probablemente no haya en nuestra vida un instante más terrible que aquel en que uno descubre que su padre es un hombre... Hecho de carne humana.
La verdad sufre cuando es sometida a un análisis excesivo.
No importa cuán exótica se vuelva la civilización humana, no importa el desarrollo de la vida y la sociedad ni la complejidad de las relaciones máquina - hombre; sea como sea, siempre se producen interludios de solitario poder durante los cuales el curso de la humanidad, el auténtico futuro de la humanidad, depende de las acciones relativamente simples de una sola individualidad.
La redacción de la historia es principalmente un proceso de diversión. La mayor parte de los relatos históricos distraen la atención de las secretas influencias que se hallan detrás de los grandes acontecimientos.
El hecho de que no podáis imaginar una cosa no la excluye de la realidad.
Existe un límite a la fuerza que ni siquiera los más poderosos pueden aplicar sin destruirse a sí mismos. Juzgar este límite es el auténtico arte de gobernar. Usar mal este poder es un pecado fatal. La ley no puede ser un instrumento de venganza, nunca un rehén, no una fortificación contra los mártires que ha creado. Uno no puede amenazar a una individualidad y escapar de las consecuencias.
Las reglas construyen fortificaciones tras las cuales las mentes pequeñas crean satrapías. Algo peligroso en los mejores tiempos, es desastroso durante las crisis.
Por mucho que busquemos la verdad, el conocimiento de ella en uno mismo suele ser desagradable. Y no sentimos simpatía alguna hacia el que nos la dice.
Es horrible pensar cómo tanta gente cree que no puede aprender, y cómo más gente aún cree que el aprender es difícil.
Las leyes tienden a ser transitorias a la larga; el acto creativo limitado por normas es algo que no existe.
No competir contra lo que está pasando. Competir es prepararse para el fracaso. No dejarse atrapar por la necesidad de conseguir algo. De ese modo se consigue todo.
La educación no es un sustituto para la inteligencia. Esa elusiva cualidad es definida tan sólo en parte por la habilidad en resolver rompecabezas. Es en la creación de nuevos rompecabezas que reflejen lo que tus sentidos informan que completas la definición.
La corrupción lleva infinitos disfraces.
Las discusiones cierran las puertas de los sentidos, y siempre enmascaran la violencia.
Debería existir una ciencia del descontento. La gente necesita tiempos difíciles y de opresión para desarrollar sus músculos físicos.
Cuando la ley y el deber son una sola cosa, unida a la religión, uno pierde algo de su conciencia. Entonces, uno es algo menos que un individuo completo.
Y este es el camaleón del desierto, cuya habilidad para confundirse con lo que lo rodea te dice todo lo que necesitas sabes acerca de las raíces de la ecología y los fundamentos de la identidad personal.
¿Qué es lo que desprecias? Por ello serás conocido.