Imágenes
Los objetos son los amigos que ni el tiempo, ni la belleza, ni la fidelidad consiguen alterar.
Françoise Sagan
La libertad de pensar, y de mal pensar y de pensar poco, la libertad de elegir yo misma mi vida, de elegirme a mí misma.
Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.
Saboreaba el placer de mezclarme con la multitud, de beber, de estar con alguien que te mira a los ojos, te coge la mano y luego te lleva lejos de esa misma multitud.
Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir.
Ese concepto de las cosas me seducía: amores rápidos, violentos y pasajeros. A mi edad no seduce mucho la fidelidad. Sabía muy poco todavía del amor: citas, besos y hastíos.
La gente que escribe libros, rara vez son intelectuales. Los intelectuales son gente que hablan sobre los libros que han escrito otros.
La ilusión es hacer creer que la literatura es muy similar a la vida y es exactamente lo contrario. La vida es amorfa, la literatura es formal.
Un fracaso en el teatro, por ejemplo, es para mí más estimulante que el éxito. ¿qué hacer en caso de éxito sino bajar la mirada e intentar mostrarse modesto? En caso de fracaso, al contrario, hay que recordarle a la troupe desconsolada que no es el fin del mundo, que, al fin y al cabo, hemos pasado un buen rato juntos.
He amado hasta llegar a la locura; y eso a lo que llaman locura, para mí, es la única forma sensata de amar.
Mi pasatiempo favorito es dejar pasar el tiempo, tener tiempo, tomarme mi tiempo, perder el tiempo, vivir a contratiempo.
Ver a menudo la muerte de cerca le quita mucho prestigio.
La capacidad de reirnos juntos es el amor.
Piensas poco en el futuro, ¿verdad? Es el privilegio de la juventud.
El arte debe tomar a la realidad por sorpresa.
La admiración es amor congelado.
Para los celos, no hay nada más terrible que la risa.
Nos acostumbramos a los defectos de los demás cuando no nos creemos obligados a corregirlos.
Vivir es aprender a ver en la oscuridad.
Un vestido carece totalmente de sentido, salvo el de inspirar a los hombres el deseo de quitártelo.
No me gusta el rugby por violento, sino por inteligente.
Las palabras hacer el amor poseen una seducción propia muy verbal, abstrayéndolas de su sentido. El término hacer, material y positivo unido a esa abstracción poética de la palabra amor, me fascinaba.
Deseo tanto que respeten mi libertad que soy incapaz de no respetar a la de los demás.
Lo único que lamento es que nunca tendré tiempo para leer todos los libros que quiero leer.
La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia.
Teníamos el sol y el mar, la risa y el amor. ¿Volveríamos a vivirlos alguna vez como en aquel verano, con aquel esplendor, aquella intensidad que les conferían el miedo y los demás remordimientos...?
La ternura es un grato sentimiento que arrastra como la música militar.
Me dan pena los hombres. Tienen más problemas que las mujeres, ya que en primer lugar tienen que competir con nosotras.
... la felicidad siempre me ha parecido una satisfacción, un triunfo.
El dinero puede abrir nuevas vías que permitan prolongar un poco más de tiempo una racha de suerte.
Cuando las personas tienen libertad para hacer lo que quieren, por lo general comienzan a imitarse mutuamente.
En un cierto momento de la vida se desea un hijo. Quizás, para morir un poco menos cuando se muere.
Creo que lo bonito esta en el interior y nunca envejece.