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Que no hubiera hombres ingratos, si hubiera mujeres cuerdas; porque siempre sus mudanzas nacen de nuestras flaquezas.
Francisco Leiva
Y así, quien con ellas -las mujeres- cauto y cortés seguir intenta, seguro rumbo, negado a fatales inclemencias, ni extremo sea en amarlas, ni extremo en aborrecerlas. ni viva con ellas mucho, ni viva mucho sin ellas.
Que el ser malas las mujeres es delito de los hombres.
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