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La lógica, dado el mal uso que de ella se hace, vale más para estabilizar y perpetuar los errores cimentados sobre el terreno de las ideas vulgares, que para conducir al descubrimiento de la verdad.
Francis Bacon
Los ensayos son meditaciones dispersas.
Tan natural es morir como nacer; y para un niño quizá resulte tan penoso lo uno como lo otro.
Un hombre representa siete años más al día siguiente del matrimonio.
La naturaleza está a menudo escondida, a veces dominada, raramente extinguida.
En los libros perdura la imagen del ingenio y del conocimiento de los hombres.
La maravilla de un solo copo de nieve supera la sabiduría de un millón de meteorologistas.
Los estudios superficiales en filosofía pueden conducir al ateísmo.
Las personas vanas e indolentes afectan despreciar las letras; los hombres sencillos las admiran sin tocarlas, y los sabios las usan y las honran.
Preferiría creer todos los mitos de la leyenda, el Talmud y el Alcorán, que el que esta máquina del mundo no posee una mente rectora.
Las democracias suelen ser más tranquilas y están menos expuestas a la sedición que el régimen gobernado por una estirpe de nobles.
Sólo obedeciéndola se doblega a la naturaleza.
El respeto a sí mismo es, después de la religión, el mejor freno de todos los vicios.
Es tan natural morir como nacer.
No leas para contradecir o refutar ni para creer o dar por bueno, ni para buscar materia de conversación o de discurso, sino para considerar y ponderar lo que lees.
La filosofía estudiada de manera superficial nos aleja de Dios; estudiada en profundidad, nos vuelve a El.
El disimulo es una sabiduría abreviada.
Da a la fe lo que es de la fe.
Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos.
He pensado a menudo en la muerte y he hallado que es el menor de todos los males.
La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad.
El dinero es un buen sirviente, pero un pésimo maestro.
Una multitud no constituye una asociación; los rostros no son más que una galería de pinturas.
Un hombre está dispuesto a creer aquello que le gustaría que fuera cierto.
La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue.
La discreción es una virtud, sin la cual dejan las otras de serlo.
En el reino humano de la ciencia, lo mismo que en el reino de Dios, es aplicable la misma verdad de que ninguno entrará en él si no se hace como un niño pequeño.
Los filósofos hacen leyes imaginarias para sociedades imaginarias, y sus discursos son como las estrellas, que dan poca luz por la altura a la que se encuentran.
La prosperidad no existe sin temores ni disgustos, ni la adversidad sin consuelos y esperanzas.
Calumniad con audacia; siempre quedará algo.
Si una persona se muestra condescendiente y cortés con un extranjero, demuestra que es un ciudadano del mundo.
La historia hace a los hombres sabios; la poesía, ingeniosos; las matemáticas, sutiles; la filosofia natural, profundos; la moral, graves; la lógica y la retórica, hábiles para la lucha.
Ciertamente, el hábito de disimular no es sino una astucia débil y remolona, y muy poco política.
El egoísta sería capaz de pegar fuego a la casa del vecino para hacer freír un huevo.
La naturaleza nunca puso las piedras preciosas en una buhardilla, en lo alto de un cuarto piso, y así los hombres muy altos suelen tener cabezas muy vacías.
Tener mujer e hijos es como haber entregado rehenes a la Fortuna; constituyen un impedimento para las grandes empresas, sean éstas buenas o malas. Ciertamente, las mejores obras y de mayor mérito para el público han sido ejecutadas por hombres célibes o bien sin hijos...
La esperanza es un buen desayuno, pero una mala cena.
No existe ninguna belleza notable que no tenga algo de extraño en sus proporciones.
No hay cosa que cause más daño que pasar por inteligente la gente astuta.
Los cocodrilos vierten lágrimas cuando devoran a sus víctimas. He ahí su sabiduría.