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El tiempo puede tener un parto difícil, mas no aborta jamás.
Félicité Robert de Lamennais
Cuando pienso que un hombre juzga a otro, siento un gran estremecimiento.
El pasado es una especie de lámpara puesta a la entrada del porvenir para disipar una parte de las tinieblas que lo envuelven.
Sólo disponéis de un día para vivir en la Tierra. Haced todo lo posible para pasarlo en paz.
La ciencia no sirve sino para darnos una idea de cuan vasta es nuestra ignorancia.
La conciencia es un santuario sagrado donde sólo Dios puede entrar como juez.
No caminéis con la cabeza baja; es necesario levantar los ojos para ver el camino.
El movimiento veloz que agita el mundo no se oye sino andando.
La ciencia apenas sirve para nada más que para darnos una idea de la extensión de nuestra ignorancia.
El tiempo puede tener partos laboriosos, pero no aborta nunca.
La fe comienza donde termina el orgullo.
La protesta de los pobres la escucha hasta dios, pero no llega al oído del hombre.
El hombre es impotente frente al hombre: esta es su más dolorosa miseria.
¿Queréis que alguien os quede fuertemente ligado? Imponedle sacrificios.
El derecho y el deber son como las palmeras: no dan frutos si no crecen uno al lado del otro.
Basta a menudo cambiar de modo de vivir para creer en la verdad que se negaba.