Frases de Ezra Pound

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Un esclavo es aquel que espera a que alguien venga a liberarlo.

No, nada de los oscuros sueños de la mirada interior. Mejor mentiras que paráfrasis de los clásicos.

Los buenos escritores son aquellos que conservan la eficiencia del lenguaje. Es decir, lo mantienen preciso, lo mantienen claro.

El hombre es un organismo excesivamente complicado. Si está condenado a la extinción morirá por falta de simplicidad.

Fresca como las pálidas hojas húmedas de los lirios del valle al alba yace ella junto a mí.

No hay ninguna razón para que a un mismo hombre le gusten los mismos libros a los 18 que a los 48 años.

Cuando un hombre traiciona su palabra, no vale nada.

Una gran época de literatura tal vez sea siempre una gran época de traducciones.

El templo es sagrado porque no está en venta.

A la gente las ideas le parecen aburridas porque no distinguen entre las ideas vivas y las que están amontonadas en un estante.

Nada hay en la vida que sea mejor que esta hora de limpia frescura, la hora de despertarnos juntos.

La poesía se debería escribir en prosa también.

Ten más miedo del tiempo que de mis ojos.

He intentado escribir el Paraíso. Que no os mováis. Dejad hablar al viento ese es el Paraíso.

La religión, oh, sólo otro de esos numerosos errores que resulta de intentar popularizar el arte.

La música se empieza a atrofiar cuando se aleja demasiado del baile. La poesía se comienza a atrofiar cuando se aleja demasiado de la música.

Más grande que el amor a la libertad, es el odio a quien te la quita.

Vamos, amigo, recordemos que los ricos tienen camareros y no amigos.

Si un mecenas le compra a un artista que necesita dinero (necesita dinero para comprar herramientas, tiempo, comida), el mecenas se iguala entonces al artista; introduce arte en el mundo; crea.

La literatura es una noticia que permanece noticia.

El hombre que lee debe ser un hombre intensamente vivo. El libro debe ser como una bola de luz en nuestra mano.

El verdadero problema de la guerra (la guerra moderna) es que no le da a nadie la posibilidad de matar a la gente indicada.

Yo que he sabido verte entre las cosas esenciales. Me enojé cuando pronunciaron tu nombre en lugares comunes.

La genialidad es la capacidad para ver diez cosas donde el hombre ordinario sólo ve una.

Tenemos la misma savia y la misma raíz, haya comercio, pues, entre nosotros.

Todas las cosas fluyen, dice el sabio Heráclito; pero la vulgaridad barata nos ha de sobrevivir.

Gobernar es el arte de crear problemas con cuya solución mantener a la población en vilo.

No son nuestras la carne del fauno ni las visiones del santo.

Las guerras se hacen para producir deudas.

Ha penetrado el árbol en mis manos, la savia por mis brazos ha ascendido el árbol en mi pecho se hizo grande, hacia abajo, salen de mí las ramas como brazos. Árbol eres, musgo eres, eres violeta que acaricia el viento... Mueren los árboles y el sueño permanece.

Y si el viejo frío estrangula tu tienda darás las gracias cuando pase la noche.

Que los dioses olviden lo que he realizado. A aquellos a quienes amo, perdonen lo que he realizado.

¡Cómo me gustaría que una ola fresca cubriera mi mente. Que el mundo se trocara en hoja seca, o en un vilano al viento, Para que yo pudiera encontrarte de nuevo Sola!

El capitalismo coloniza el alma.

Los artistas son las antenas de la raza.

La poesía debe estar tan bien escrita como la prosa.

Salid y desafiad la opinión, id contra este cautiverio vegetal de la sangre. Id contra todas las clases de manos muertas.

La verdadera educación debe limitarse solo a los individuos que quieren aprender, el resto es mera cría de ovejas.

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