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A los anarquistas les compete la especial misión de ser custodios celosos de la libertad, contra los aspirantes al poder y contra la posible tiranía de las mayorías.
Errico Malatesta
O ser oprimido, represor, o cooperar voluntariamente para el mayor bien de todos. No hay otra alternativa posible; y los anarquistas están naturalmente, y no pueden no estarlo, a favor de la cooperación deliberada y libre.
Probablemente todas las formas posibles de propiedad, uso de los medios de producción y todas las formas de distribución se experimentarán simultáneamente en el mismo o en diferentes lugares, y se fusionarán y adaptarán de diversas maneras hasta que la experiencia práctica identifique la mejor forma o formas.
Para una verdadera libertad, que es la anarquía, de existir, tiene que haber la posibilidad de elección, y que todo el mundo puede organizar su vida para adaptarse a ellos mismos, ya sea en líneas comunistas o individualistas, o cualquier mezcla de ambas.
La base fundamental del método anarquista es la libertad, y por lo tanto, luchamos y lucharemos contra todo lo que viole la libertad, cualquiera sea el régimen dominante: monarquía, república u otros.
Somos anarquistas por un sentimiento que es la fuerza motriz de todos los verdaderos reformadores sociales y sin el cual nuestro anarquismo sería una mentira o un sin sentido. Este sentimiento es el amor por los hombres, es el hecho de sufrir por los sufrimientos ajenos.
Anarquía significa sociedad sin autoridad, entendiéndose por autoridad la facultad de imponer la propia voluntad, y no ya el hecho inevitable y benéfico de que quien mejor entienda y sepa hacer una cosa consiga con más facilidad hacer que se acepte su opinión, y sirva de guía, en esa cosa determinada, a aquellos que son menos capaces que él.
Me parece que ningún sistema puede ser viable y realmente liberar a la humanidad de la esclavitud atávica, si no es el resultado del libre desarrollo.
Si se cree que el gobierno es necesario y que sin gobierno tiene que haber desorden y confusión, es natural y lógico suponer que la anarquía, que significa la ausencia de gobierno, tiene también que significar la ausencia del orden.
El anarquismo apoya la libertad para todos con el único límite de la igual libertad de los demás; que no significa que reconozcamos, ni deseemos respetar, la libertad para explotar, oprimir, mandar, lo cual es opresión y ciertamente no es libertad.
Fomentar toda clase de organizaciones populares es la consecuencia lógica de nuestras ideas básicas, y por lo tanto debería ser una parte integral de nuestro programa... Los anarquistas no quieren emancipar al pueblo; quieren que el pueblo se emancipe a sí mismo... Queremos que la nueva forma de vida surja del pueblo y corresponda a su estado de desarrollo y que avance al paso que ellos avanzan.
Pero, ¿cuantas veces tendremos que repetir que los anarquistas no queremos imponer nada a nadie; que no creemos ni posible ni deseable querer el bien de la gente por la fuerza y que lo único que queremos es que nadie nos imponga a nosotros su voluntad, que nadie pueda imponer a los demás su forma de vida social de no ser libremente aceptada?
Una multiplicidad de comunidades formadas por vecinos de las poblaciones y parentela, que tendrían una serie de relaciones diferentes entre sí, ya sea comunista o comercial.
Anarquista es, por definición, aquél que no quiere estar oprimido y no quiere ser opresor; aquél que quiere el máximo bienestar, la máxima libertad, el máximo desarrollo posible para todos los seres humanos.
Sostenemos que el Estado es incapaz del bien. En el ámbito internacional, así como de las relaciones individuales sólo puede combatir la agresión haciéndose él mismo agresor, sólo puede obstaculizar el delito organizando y cometiendo un crimen aún mayor.
Sólo se destruye lo que se sustituye.
¿Por qué ocultar ciertas verdades, hoy que son del dominio de la historia y pueden ser una enseñanza para el presente y para el porvenir?