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Algo fundamental es no dejar las cosas a medias, ya que es frustrante y letal para nuestra autoestima.
Enrique Rojas
Cultivar al amigo quiere decir verle, llamarle, conversar con frecuencia, salir y entrar.
Conocer nuestras verdaderas necesidades y prioridades es la mejor manera de no caer en una trampa cuyo fondo es la infelicidad.
La felicidad consiste en estar contento con uno mismo, al comprobar que uno ha hecho el mayor bien posible y el menor mal consciente.
Un maestro que sabe estimular a sus alumnos y da a cada uno de ellos su confianza, obtendrá con más facilidad buenos resultados que aquel otro frío, distante y más crítico, que no sabe llevar un espíritu de lucha y esfuerzo a su alumnado.
Cambia tu forma de pensar y cambiarás tu mundo.
Para estar bien con alguien, hace falta estar primero bien con uno mismo.
La verdad no puede ser sometida a consenso.
Cualquier mal hábito puede desaprenderse y corregirse para llevar una vida mejor, pero para ello debemos hacer autoanálisis, reconocer que lo sufrimos y tomar medidas al respecto.
La felicidad no consiste en vivir bien y tener un excelente nivel de vida, sino en saber vivir. Es frecuente captar esto cuando la vida se acaba.
Es condición esencial para enamorarse tener un cierto grado de admiración hacia esa persona.
No se puede establecer verdadera amistad, sana y enriquecedora, si no se es primero uno mismo.
Rara vez de la discusión sale la verdad, porque hay más desahogo y querer ganarle al otro en la contienda.
En este final de siglo, la enfermedad de Occidente es la de la abundancia: Tener todo lo material y haber reducido al mínimo lo espiritual.
Uno es viejo cuando sustituye sus ilusiones por sus recuerdos. Cuando empieza a mirar más hacia atrás que hacia delante. La vejez no depende de los años, sino de las ilusiones por cumplir.
Cuando cerramos los ojos a lo que somos, los problemas se perpetúan, ya que no avanzamos y repetimos una y otra vez los mismos errores. El ejercicio de tomar conciencia de nuestros pensamientos y de nuestros actos, midiendo sus consecuencias, pone las soluciones en nuestra mano.
La felicidad es la máxima aspiración del hombre, hacia la que apuntan todos los vectores de su conducta, pero si queremos conseguirla, debemos buscarla. Además, la felicidad no supone un hallazgo al final de la existencia, sino a través de su recorrido.
La convivencia es un trabajo costoso de comprensión y generosidad constantes, en donde no se puede bajar la guardia.
Los cuatro elementos fundamentales de la felicidad son amor, amistad, trabajo y cultura.
Quien sea capaz de dominar su lenguaje llegará a poseerse.
La televisión, tal y como se ha ido desarrollando en los últimos años, es antipedagógica. Hay que aprender a verla mediante unos criterios operativos concretos.
No hay amor maduro y perseverante sin renuncia ni sacrificio escondido.
Lo que uno tiene por sí mismo, lo que le acompaña en la soledad sin que nadie se lo pueda dar o quitar, esto es mucho más importante que todo lo que posee o lo que es a los ojos de otros.
Casi todas las situaciones que se nos presentan en la vida cotidiana tienen solución. Solo con pensar de esta manera ya empezamos a mitigar el exceso de estrés. Hay una serie de medidas prácticas para lidiar con este persistente enemigo incluso en tiempos de crisis: Ir paso a paso.
La felicidad es suma y compendio de lo que uno ha ido haciendo con su vida.
La educación es una tarea lenta y progresiva que requiere no sólo de información sino de formación. La información es conocimiento de datos, sin embargo, la formación es criterio, mejora de la personalidad.
Enseñar a pensar es una de las principales tareas de la educación intelectual.
Convivencia es, ante todo, compartir, participar en la vida ajena y hacer participar al otro en la propia.
Ser esclavos de la propia imagen puede llegar a desvirtuar a una persona.
El consumismo tiene una fuerte raíz en la publicidad masiva y en la oferta bombardeante que nos crea falsas necesidades.
Produce una enorme alegría ver que se puede avanzar si uno se lo propone de verdad.
Hay perfiles psicológicos especialmente estresantes. Por lo tanto, huyamos de las compañías tóxicas que no nos aportan nada positivo.
No hay que dar consejos que no nos han pedido.
No vivas el presente empapado de un futuro inquietante. No olvides que la paz tiene mucho que ver con el orden mental.
El respeto es uno de los principales pilares de la amistad. El respeto implica atención, amabilidad, aceptar ideasdiferentes a las propias, afecto y consideración.
El ideal de consumo de la sociedad capitalista no tiene otro horizonte que la multiplicación o la continua sustitución de objetos por otros cada vez mejores.
Cuando eres joven estás lleno de posibilidades; cuando eres mayor estás lleno de realidades.
Es muy importante que el sentido confidencial de la intimidad esté sellado con varios cerrojos, ya que eso da a la relación una gran firmeza.
Desterrar el sentimiento de culpa, ya que nos hace susceptibles de chantajes morales de terceros.
Diplomacia es mano izquierda, habilidad en el trato, artesanía de las relaciones humanas, savoir faire, cortesía, tacto, saber callar a tiempo y conocer cuándo se debe hablar...