Imágenes
El Campanil, cortándose sobre los oscuros pinares y en el luminoso raso del firmamento, es bello. Será siempre bello. Va a ser el símbolo universitario por excelencia, signo de rectitud y elevación, columna que difundirá en las almas goce, placidez y serenidad, flecha que apunta a la altura, como la filosofía, donde más allá de las nubes que amedrentan, triunfa la claridad celeste.
Enrique Molina Garmendia
La tendencia industrial es justa, es necesaria y salvadora, pero a que no se convierte en un ídolo fenicio que lance el rayo destructor contra todo lo humano, toda la cultura que ennoblece y embellece la vida.
El alma de la Universidad tiene que formarla un ambiente filosófico y ético, que dejandose sentir en cada escuela, encuentre su expresión más definida en una Facultad Central de Filosofía y en el cultivo de las humanidades.
El carácter es un sistema espiritual completo; es un soberano en medio delas tentaciones del mundo, de las falsas sugestiones de los demás hombres, de las circunstancias mudables de la vida exterior, y es una bendición, ya conduzca a la más alta felicidad humana, o a la gloria, al sacrificio y a la muerte.
El carácter, una de las excelencias del hombre, significa la unidad y armonía del alma, alcanzadas por la aceptación de virtudes y valores reconocidos y proclamados por la sabiduría secular, u obtenidas en un rasgo de genialindependencia alrededor de la finalidad de renovar con un anhelo de superación los valores establecidos.
La nueva Universidad, además de que forme profesionales de carreras liberales y profesionales técnicos, como los reclamaba el desarrollo e incremento de la riqueza nacional, sea un centro de variadas informaciones para el público, de extensión universitaria, de investigaciones y experimen- taciones científicas y de fomento de la más alta cultura literaria, humanista y filosófica.