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Lo único que no se ve es lo que está al alcance de la vista.
Enrique Jardiel Poncela
Para ser moral basta proponértelo; para ser inmoral hay que poseer condiciones especiales.
Al amor, al baño y a la tumba, se debe ir desnudo.
Todo hombre que no tiene gana de trabajar se erige en jefe para organizar y vigilar el trabajo de los demás.
Para encontrar gusto a la vida no hay nada como morirse.
El que pide la mano de una mujer, lo que realmente desea es el resto del cuerpo.
La Historia y la Filosofía se diferencian en que la Historia cuenta cosas que no conoce nadie con palabras que sabe todo el mundo, en tanto que la Filosofía cuenta cosas que sabe todo el mundo con palabras que no conoce nadie.
Fuera de las cuartillas, no sé de otro nirvana.
Ser feliz es no cambiar.
Si queréis los mayores elogios, moríos.
Intentar definir el humorismo, es como pretender atravesar una mariposa, usando a manera de alfiler un poste telegráfico.
En general, los hijos no empiezan a querer a sus padres hasta pasados los treinta años.
El hombre que se ríe de todo es que todo lo desprecia. La mujer que se ríe de todo es que sabe que tiene una dentadura bonita.
La sociedad es un organismo podrido que se conserva bajo el hielo de la hipocresía.
En cuestiones de arte, la opinión ajena debe escucharse siempre y no obedecerse nunca.
El sacrificio es una virtud que siempre nos parece admirable... en los demás.
En arte, lo verdaderamente original repugna a las masas.
Aconsejar amistosamente es querer que hagan los demás lo que no haríamos jamás nosotros mismos.
Las mujeres, como las espadas, cuando más respeto inspiran es cuando están desnudas.
No dimitas jamás. Es más cómodo ser pueblo que gobernante, marinero que capitán, enfermo que médico y niño que ama de cría.
Sin creer puede vivirse; sin crédito es imposible.
En la vida social, las conversaciones más interesantes empiezan siempre cuando tienen que concluirse.
La vida es tan amarga que abre a diario las ganas de comer.
El vicio es lo que más arruga.
La experiencia es una enfermedad que no se contagia.
Los músicos no leen música ajena más que cuando se disponen a escribir música propia.
El amor es un punto de acuerdo entre un hombre y una mujer que están en desacuerdo en todo lo demás.
La muerte tiene una sola cosa agradable: las viudas.
Ser libre es dejar de depender de alguien para depender de todos.
Sólo gusta la música que ya se conoce.
Un buen amigo os dirá siempre la verdad: salvo en el caso de que la verdad sea agradable.
Lo que mayor interés demuestran en saber los enamorados es aquello que más va a hacerles sufrir.
El teatro es un gran medio de educar al público; pero el que hace un teatro educativo se encuentra siempre sin público al que poder educar.
Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa.
El fin de la religión, de la moral, de la política, del arte, no viene siendo desde hace cuarenta siglos más que ocultar la verdad a ojos de los necios.
No se sabe nada de la muerte: en el más allá hay censura gubernativa.
Los senos de la mujer son la única persistencia del hombre; los coge al nacer y ya no los suelta hasta morir de viejo.
Un médico inteligente sólo debe aceptar enfermos leves.
La principal virtud del trabajo es la de hacer olvidar que se vive.
Suicidarse es subirse en marcha a un coche fúnebre.