Imágenes
No fui tan buena madre como para enseñarte a exigir tus derechos y hacerte oír.
Ellen Burstyn
Levanta la cabeza y pelea por ti. Ve ahí y enfrenta a esa mujer. Dile cómo es la vida para ti ahora, cómo te sientes. Debes contar tu verdad.
¡Qué agradable sorpresa es descubrir que, al fin y al cabo, estar solo no es necesariamente sentirse solo!